3- Trato de hermanas

1381 Words
Capítulo 3 Trato de hermanas. Derek Durante todo un año, me esforcé por conseguir una beca en el instituto más cercano a mi hogar, por ello soy un año mayor de lo que debería para la clase que me corresponde. Desde el principio supe que no sería fácil; mi familia se dedica a la panadería, y yo hago trabajos extras en mis tiempos libres. El trabajo de mis padres no genera demasiado dinero, así que me dedico exclusivamente a estudiar. Mi único amigo en el instituto fue transferido a otra ciudad, así que quedé solo. Las clases son desde las siete de la mañana hasta las cuatro de la tarde, en mi familia mis padres sueñan con verme ir a una buena universidad, lo que ellos no pudieron hacer, en general me va bien con todas las materias, y trato de no involucrarme en problemas ajenos, en la clase de gimnasia, una señorita a quien no había visto se acerca a mí. —Hola. —No le hago mucho caso; debe ser amiga de Priscila. —Hola. —Le digo sin dejar mi libro. —Soy nueva, no quise acercarme a nadie aquí; no se ven muy amigables, pero tu si... —Ella toma asiento a mi lado; no le diría que se fuera porque sería descortés. —Es mejor que no hables mucho conmigo; te aceptarán pronto. —Continúo con lo mismo. —Mi nombre es Sol… ¿Tú eres? —Sus grandes ojos se enfocan en mí; en verdad se ve extraña, como muy incómoda. Reconozco esa sensación; ahora estoy acostumbrado a estar solo aquí. —Derek, bien, entonces será mejor que entres a clases; ya es hora. —Me pongo de pie y voy en dirección a la clase; al parecer, ella entraría en el mismo salón. —Mira, Sol, eres nueva y, en verdad te digo que vayas y hables con otras chicas, porque yo no soy como tú, tengo una beca, solo eso. —Vi que llevaba el uniforme de la clase de Kickboxing; eso me resultó interesante, soy bueno en eso, en todos los deportes que impliquen fuerza. —No me importa; si no quieren hablar conmigo, entonces que no lo hagan. —Sonríe de oreja a oreja. —De acuerdo, aunque si conoces este deporte podrás defenderte sola. —Ella asiente al respecto. —Sí, en realidad quiero unirme al equipo. Yo vengo de la capital, y habrá una competencia pronto, pero solo podré inscribirme si pertenezco a un equipo aquí en esta nueva escuela. —¿Te aceptaron? —Ella lo piensa un poco antes de responder, se nota que es insistente. —No, aún no. —Dice algo apesadumbrada, para mi desfortunio, va y se acomoda justo a mi lado. La maestra presentó a la nueva estudiante frente a todos, por donde quiera que se la vea, es obvio que proviene de una familia muy rica, pero tiene algo diferente; no es arrogante como fácilmente podría serlo. "Sol Harper, desde hoy formará parte de este grupo. Por favor, quiero que la ayuden en todo lo que necesite para ponerse al día con las materias, pero el encargado será tú, Derek. Eres el mejor estudiante." «No tengo más opciones que aceptar, eso también ayuda a mi promedio.» La nueva estudiante no se alejaba de mí, parecía una garrapata que se pegaba y estorbaba, eso ya era molesto, en más de una ocasión le dije que dejara de estar tan cerca, fue en vano, porque permaneció así por casi una semana, y en verdad ya me incomodaba. —Mira, Sol, yo entiendo que eres inteligente, pero la maestra pidió que te ayudara con las materias que te hacen falta reforzar. Eres muy mala en matemáticas, entonces debemos reforzar eso o no me darán el puntaje que necesito. —Pero tengo un ensayo, no puedo faltar al ensayo, o todo mi esfuerzo será en vano. ¿Podríamos quedarnos una hora después de clases? Te prometo que me pondré al día. —Ella toma mis manos con sutileza, lo cual logra ponerme muy nervioso. —Son dos horas, o no obtendré el crédito. —Ella insiste con su ensayo. —¡No puedo! Debo ir porque son mis compañeros de mi anterior escuela, y aunque aquí todavía no me acepten, eso me ayudará cuando lo hagan… Planeo ganar, sé que es importante para ti, debemos llegar a un acuerdo… —Aparto sus manos de las mías. —Mira, Sol, solo hago lo que me han pedido. Si tú no aceptas, perderás el año y yo puedo correr el mismo riesgo. —Ella va hasta una banca; al parecer, fui muy brusco con mis palabras. «Derek, eres un idiota.» —Tienes razón, no puedo perder el año… Soy muy mala con los números, los detesto, pero aunque estudie contigo durante horas, no podré, porque estoy muy atrasada, ustedes se adelantaron mucho. —Lo siento, no debí decirlo de esa manera. —Ella propone algo que simplemente no podré cumplir. —¿Y en las tardes? Si vas a mi casa… —Insiste. —No creas que mis negativas son porque no quiero ayudarte, pero en las tardes ayudo a mis padres en el negocio. Es mi compromiso con ellos. Tal vez si hablo con la maestra, te pueda asignar a alguien más. —Sol me detiene; de nuevo, sus suaves manos me sostienen, me arriesgaría a perder los puntajes extras, los mismos podrían ser beneficiosos en mi carpeta final. —No, tú necesitas esta beca, y yo… Bueno, yo lo solucionaré de alguna manera… —Ella se va corriendo; es muy graciosa y hasta dulce, no es desagradable, pero sí demasiado hiperactiva y tiene mucha fuerza, aunque sus manos sean suaves, es fuerte. Sol No le he dicho a nadie que tengo una hermana gemela. No lo hice porque ninguna persona me preguntó al respecto; este lugar es demasiado aburrido. Solo dije que tengo una hermana, no di más detalles al respecto, al parecer me ignoran porque hablo con ese muchacho, es agradable, pero extremadamente serio, en casa, Luz llegó muy tranquila; creo que a ella sí le va bien. —¿Qué sucede, Sol? —Me pregunta preocupada. —Tengo que ir a las clases de refuerzo de matemáticas, y tengo que ir a los ensayos para que no me quiten la posibilidad de participar. Son en el mismo horario, y no sé qué hacer, mi vida acabó. —Eso suena complicado, pero deberías escoger lo que te convenga o cambiar los horarios de tus clases. —Propone. —Pensé lo mismo, pero el muchacho que me ayuda debe trabajar en las tardes, entonces solo dispongo de ese horario, el cual coincide con el entrenamiento… —Observo a mi hermana y no se me ocurre nada mejor. «Ella puede tomar esas clases y después darme una explicación aquí en la casa.» —Luz, tienes que ayudarme, necesito que vayas a mis clases de refuerzo. Solo falta medio año para terminar este semestre, en verdad soy muy mala con los números y tú lo sabes. Debes apoyarme, no durará para siempre, solo un par de meses… ¡Por favor! —Ella me observa sorprendida. —¿Cómo? Pero se darán cuenta, además es hacer trampa, y en el examen eso será evidente. —Luz sigue acomodando sus cosas. —Por favor, sabes que voy a morir de tristeza si no… ¡Por favor! Además, ese muchacho necesita ganarse esos puntos para su beca. Imagina que los pierda, y sea él quien ya no pueda seguir estudiando… —Sol, no seas así… —Me dice de nuevo. —Solo un par de meses, y aquí estudiaré contigo… Además, mamá y papá se enfadarán si no apruebo, solo tú tienes paciencia. No aprendo con nadie más… —Ella suspira; creo que la estoy convenciendo. —De acuerdo, pero vas a estudiar… ¿Entiendes? —Le doy un abrazo. —Pero nuestros padres no deben saber nada. Será nuestro secreto… ¿Sí? —Ella acepta; ambas entrelazamos nuestros meñiques. — Tampoco Rick, porque irá de chismoso. —Bien, nos encontraremos hacia atrás de tu escuela todos los días. Yo llevaré un uniforme tuyo. —Me dice sin dejar de verme con cierto enfado. «Tengo a la mejor hermana del universo…»
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