Me enamoré

1025 Words
-Con mucho gusto- sonrió victorioso -Vamos en mi auto- le dije y el asintió con la cabeza, caminamos hasta llegar al auto subí a Maya en la parte de atrás, conducí hasta mi casa, en todo el camino hubo un silencio incómodo, ya que no teníamos de que hablar,cuando llegamos baje a Maya -¿Me ayudas a bajar su comida?- le dije -Si claro- bajó rápidamente y me ayudó, tomó las croquetas y yo la cama de Maya, me apresuré a abrir la puerta para entrar a dejar todo -Ponlas en la mesa- sonreí agradecida, le quite la correa a Maya, le llené un plato con agua y le serví comida -Listo, vámonos- le dije saliendo de mi casa, el asintió con la cabeza y volvimos a entrar a el auto, y nos pusimos en marcha para llegar a la pizzería -Eres una gran persona, no cualquiera adopta a un perrito abandonado- dijo mientras se llevaba el cabello hacia atrás -Lo sé, no se cómo puede existir ese tipo de personas- no pude contenerme y me brotaron las lágrimas -Le salvaste la vida- sonrió de una manera tan radiante que hizo en un segundo que mis lágrimas dejaran de salir, después ya no supe que decir, así que solo conducí hasta la pizzería. Bajamos del auto y entramos al local, ahí trabajaba mi mejor amiga Samantha, -Hola Karla- dijo con una sonrisa de oreja a oreja -Hola Sam, ¿Cómo estás?- le pregunté -Bien gracias, y tú pues parece que la estás pasando de maravilla- dijo mientras analizaba con la mirada a Alejandro, el se sonrojó en un instante -Mmmmm dame una pizza mediana de pepperoni, por favor- dije cambiando el tema, nos fuimos a sentar -Que linda es tu amiga- dijo Alejandro -Si, es muy hermosa- le dije, me dió un poco de celos escucharlo decir eso de mi amiga -Pero tú no te quedas atrás- me dijo con una sonrisa traviesa, me sonroje en un instante, así me estaba enamorado más, apenas nos acabamos de conocer y ya estamos comiendo juntos, que loco pensé, me dió pena y ya no supe que decir así que solo me puse a ver por la ventana. -¿Y cuántos años tienes?- me preguntó poniendo sus varoniles brazos sobre la mesa -20, ¿Y tú?- le devolví la pregunta -24- declaró con una media sonrisa -¿Y a qué te dedicas?- preguntó -Me quieres secuestrar ¿O porqué tantas preguntas?- le dije mientras levanté una ceja -¿Tengo cara de secuestrador?- preguntó y yo solo asentí con la cabeza -Pues a ti si te vengo secuestrando- su atrevimiento me estaba matando, es que simplemente era el hombre perfecto ante mis ojos -Listo aquí está su pizza- interrumpió Sam, ahh gracias al cielo pensé, -Gracias- dijimos al mismo tiempo, comimos sin decir ni una palabra, creo que se dió cuenta de mi incomodidad, al terminar me dijo que el pagaba me negué pero seguía insistiendo así que no tuve más remedio que aceptar, salimos de ahí y entramos al auto de nuevo ya no sabía de qué hablar con él, me estaba poniendo nerviosa -Mmmmm ¿Dónde vives?- pregunté para dejarlo en si casa -¿Ya me quieres ir a visitar?- sonrió y volteo a verme, yo evite verlo porque ese hombre me pone mal -Solo te quiero dejar en tu casa, no te emociones- ví que hizo una mueca de manera de disgusto, me dió risa su gesto y solo sonreí -Tu solo conduce a tu casa, no te preocupes- pensé que este tipo ya quería vivir conmigo jaja, no sabía que quería, tal vez se le olvidó algo en mi casa pensé, seguí conduciendo hasta que llegamos -Gracias por todo- dijo mientras bajaba del auto y lo veía alejarse, lo seguí con la mirada y no lo pude creer, vivía al lado de mi casa y yo no me había dado cuenta. ¿QUE RAYOS? ¿CÓMO PUEDE SER POSIBLE? ¿POR QUÉ NO LO VÍ ANTES? esas y más preguntas rondaban en mi cabeza, al entrar a mi casa Maya me recibió de una manera tan cálida, que hizo que mi corazón se derritiera, fui a mi cuarto y Maya me siguió, acomode su cama al lado de la mía, mi ventana estaba un poco abierta y pude ver qué Alejandro me observaba desde su casa, lo ví disimuladamente para que el no se diera cuenta de que ya lo había visto-Esta loco- dije en mis pensamientos, pero la verdad no me pareció nada mal que me espiará, al contrario, quise darle una pequeña función, me empeze a desvestir hasta quedar en ropa interior, pude ver su rostro mas cerca de su ventana, cerré la cortina para dejarlo con ganas de más.... -¡ CUÉNTAMELO TODO!- Me llegó un mensaje de Sam, le llamé para contarle si no no me dejaría de molestar.. -¿Por qué demonios no me habías dicho nada Karla?- -Ah relájate Samantha, no es nada, lo acabo de conocer- -¿Cómo?, se acaban de conocer y ya fueron a comer juntos- -Si Sam, lo conocí hoy en la mañana, es veterinario- -¿Y como sabes a qué se dedica?- -Pues ayer en la noche saliendo del trabajo me encontré a una perrita abandonada amarrada de un árbol, así que me la traje a mi casa, y hoy en la mañana la lleve al veterinario para que la revisen y ahí fue cuando lo conocí- -Ay amiga, debo de ir a conocer a esa perrita, ¿Pero nomás así y ya te invito a comer- -Si amiga, luego vienes, mmm después de que la lleve al veterinario fui a comprarle comida y otras cosas, de ahí fui al parque para que caminara un rato, ahí me lo tope y me invitó a comer y asi- -Vaya amiga, al parecer esa perrita da buena suerte, bueno te dejo por qué tengo cosas que hacer, te amo amiga, y mantenme al pendiente de todo- -claro amiga, cuidate- Menos mal y no se puso tan intensa, ella es así bien linda conmigo, nunca hemos tenido algún disgusto
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD