Querido Diario...

Personas Sin Corazón

El día transcurrió de manera muy tranquila viernes sin nada nuevo que hacer, solo la misma rutina.

Conducía de regreso a mi casa no muy lejos del trabajo salí un poco tarde pasado de las 10 de la noche debido al doble turno, el camino estaba solo sin gente o autos transcurriendo por ahí, de repente ví un bulto n***o moverse a un lado del camino de terrasería por un instante me asusté pero también me dió curiosidad así que me armé de valor frené el auto y no pude contener las lágrimas a lo que ví....

Una linda cachorrita color n***o estaba amarrada a un árbol, al parecer una persona sin corazón la abandonó, sin dudarlo baje de mi auto y me acerqué a ella, movió su linda y larga cola peluda, le di un poco de galletas que traía conmigo en mi mochila, la desatoré, hice un camino con las galletas hasta la parte trasera del auto y se subió. Cerré la puerta y conducí hasta mi casa -baja linda, todo estará bien- le dije mientras le abrí la puerta del auto para que bajara, sin dudarlo obedeció y me siguió hasta adentro de mi casa, le hice un pequeño pero acogedor tendido para que se acostara, estaba muy flaquita no quise ni imaginar cuánto tiempo tenía ahí.

Fuí a la cosina y le di arroz que me había sobrado del día anterior, también le puse un poco de agua, en lo que comía subí a mi recámara y puse a llenar la bañera con agua tibia para bañar a Maya, así le puse a mi nueva compañera. Me dirigí a dónde ella estaba, justamente estaba terminando de comer la lleve a mi habitación y entré al baño, al parecer no le tiene miedo al agua, al contrario, disfruto mucho el baño al que le dí -buena chica- le dije mientras secaba su lindo pelaje, se sacudió y se puso a oler toda mi habitación y yo solamente la veía mientras sonreía no quiso quedarse en la sala así que fuí por su tendido y lo puse al lado de mi cama, al instante se acostó y se quedó profundamente dormida, se veía tan tranquila... Me bañé y fui directamente a dormir yo también.

Los sábados y domingos no trabajo así que era mi día libre, me levanté y Maya seguía dormida fuí a la cocina y volví a darle arroz y agua se lo puse a un lado y fui a preparar mi desayuno, preparé unos hot cakes y un licuado de avena, leche y plátano con un poco de azúcar, buenísimo por cierto. Seguidamente fui a cambiarme para llevar a Maya al veterinario, entre a la habitación y ahí estaba comiendo arroz, se veía tan adorable. La llamé y subió al auto no batallé mucho.

Al llegar al veterinario la baje cargando ya que no tenía alguna correa a la mano, -Buenos días señorita ¿En qué podemos ayudarla?- preguntó el atractivo y lindo veterinario al verme entrar -Buenos días, traigo a esta cachorrita para que me la revisen, ayer la encontré abandonada- dije mientras le mostraba a Maya -Ya veo- susurró mientras la revisaba -Pues está saludable, solo tiene que alimentarla para que recupere fuerzas y energía-

-Okey, muchas gracias ¿Cuánto es?- dije sonriendo -No te preocupes, no es nada, no puedo cobrarte si no hice nada- dijo viéndome con una linda sonrisa

-Muchas gracias- dije al salir de ahí -No hay de que, nos vemos luego- alcance a escuchar.

Ahhh que lindo sujeto pensé mientras subía a Maya al auto -ahora vamos a comprar comida para ti linda- le dije a Maya, voltee a verla por el espejo y ella iba observando los autos por la ventana.

Al llegar a la tienda para mascotas me estacioné cerca de la entrada y bajé los un poco los vidrios ya que iba a dejar a Maya ahí.

-Buenos días ¿En qué podemos ayudarle?- dijo una linda chica al verme entrar -Buenos días, quiero comprar comida, un collar y una cama para mí perrita-

-Okey, mire acá está la comida para perro, tenemos para cachorros y adultos- mostró varias marcas...

-Quiero ese- señalé un costal de unos 15kg

-Okey, los collares están de este lado- digo mientras caminaba, yo la seguí y wow tenían una gran variedad de collares -Ese me gusta- dije apuntando a un collar azul pastel con brillos, en una tela sedosa y suave -¿Puedo medirselo a mi perrita? está en el auto aquí en la entrada, si gustas acompañarme- dije, me vio de manera desconfiada pero acepto..

-Si le quedó- dije con una sonrisa de oreja a oreja, volvimos a entrar a la tienda -Algo más- pregunto aún con su sonrisa -Mmmmm ¿Tienes correas a juego con el collar?- pregunté -Si claro- saco una pequeña caja debajo del mostrador y me la entregó -También puedo personalizar una placa que viene de regalo con el collar y la correa- dijo mientras sacaba una pluma con extensión -¿Encerio? ohhh si, también quiero la placa- dije

-Okey, primero dictamé el nombre de tu perrita- dijo mientras acomodaba la placa -Maya, con y- sonreí

-Nombre y apellido de usted- dijo después de darle vuelta a la placa

-Karla con K, López con acento en la O y con Z- respondí

-Muy bien, ahora dirección-

-Col.San Pedro,calle Lázaro Cárdenas,casa 328- dicté a la chica

-Bueno solo falta su número de teléfono- dijo con su impecable sonrisa

-686 383 ****- volví a dictar

-Ya está- dijo la chica mientras guardaba sus cosas

-Las camas están por aquí- me guío hasta ellas y era sorprendente la cantidad de cosas que había ahí

-Me gusta esa azul- le dije

-Buena elección, esa es de las calientitas- dijo mientras tomaba la colchoneta y la ponía en el mostrador

-Muy bien ¿Cuánto es?- pregunté

-Okey, de la comida para perro son $200, el collar y la correa son $150, la cama está en $200 también y lo demás fue gratis así que son $550-

-Bueno, muchas gracias- pagué y me retiré

Guarde en la cajuela la comida y le puse el collar a Maya, se veía tan adorable, ese collar resaltaba sus ojos color miel, después le puse su placa por si se pierde, que espero y nunca pase. Se puso muy contenta, llegué al parque, me estacioné y le puse la correa a Maya para bajarla a pasear un rato.

Íbamos dando la vuelta cuando veo al chico de la veterinaria caminando, no se porque pero por un instante me dió mucha pena, así que si la vuelta para irme cuando de pronto -HOLA- me grito, no tuve más remedio que detenerme y voltear a verlo -Emmmm Hola- dije con una tímida sonrisa -Ha veo que llevaron a alguien de compras- dijo mientras se agachaba para estar a la altura de Maya, se veía tan sexy acariciando a mi perrita

-Ah lo siento, no me he presentado, mi nombre es Alejandro, pero puedes decirme Alex- dijo

-Yo soy Karla- respondí

-Mucho gusto Karla, Y... ¿A dónde van?- preguntó

-Mmm pues iba a ir a dejar a Maya a mi casa para ir a comer-

-Ahhh podemos ir juntos si quieres- sonrió de una manera tan seductora, en ese momento me enamoré de el

-Hoy salí a las 12- dijo con una sonrisa

-¿¡LAS DOCE!?- grite viendo mi celular, al parecer se me había hido la mañana comprando cosas para Maya

-Si ¿Por qué?- dijo confundido

-No me había dado cuenta de la hora, vamos si quieres- lo voltee a ver y cruzamos nuestras miradas