Todo era…extraño. Daba un poco de miedo, el parecido de Izan conmigo, aquel encuentro tan inesperado y ver de nuevo a Camila, con nuestro hijo. Izan. Teníamos un hijo de tres meses de nacido, lo sostuve en mis brazos, tan pequeño y frágil. Fue como amor a primera vista con ese niño, porque no podía decirlo de otra manera, recién me enteraba que era mi hijo y ya mi corazón lo quería. Yo lo quería. Pero no me gustaba la actitud de Camila con respecto a eso, él nos unía, sin duda nos unía, porque éramos sus padres. Rosaura. No sé porqué le marcaba y sonaba apagado, al menos tenía que contestarme las llamadas, teníamos una cita esta noche, quería darle una agradable bienvenida, pero las cosas no fueron por el camino correcto cuando ella también se enteró que tenía un hijo. —¡No te