—Te aconsejaría que reconsideraras…— habló con voz ronca un alto y fuerte pelinegro, sentado detrás de su escritorio. — No hay nada que reconsiderar… últimamente he perdido varios socios en el extranjero, y los que quedan son muy pocos…— mencionó un hombre maduro y castaño, frente a él —…además el ramo automotriz es sumamente lucrativo — aseguró acomodándose en su asiento. — Concuerdo contigo Enzo… pero también es muy inestable… ese tipo de sociedades de responsiva ilimitada, están casi extintas por el riesgo que conllevan, no creo que estés en posición de riesgos – dijo Jacob Miller a su colega y amigo de demasiados años. —Tranquilo Jacob… —mencionó relajado el castaño —…confió en el señor Stefano Meuric, tengo años de conocerlo y la asociación que me ofrece es segura – termino de