—Soy una tonta…en verdad, soy una tonta – se dijo Aura amargamente mientras se recargaba en una fría pared, había corrido, pero ya no quiso parecer tan estúpida y dejó de hacerlo, estaba a punto de llorar y si alguien la veía de tal modo solo iba a quedar en ridículo, tal como hace unos momentos.
– ¿Pero qué demonios esperabas Aura? … era obvio… él es tan guapo – se repetía, tenía que tomarlo con calma, tampoco era como si lo hubiese perdido para siempre…ellos…estaban comprometidos…se forzó a respirar profundamente… entendió que actuó de esa forma por la desilusión, debía afrontarlo… solo que en ese momento dolía.
—¡AURA! – escuchó su voz llamarla en un grito, Stephen se acercaba, entró en pánico… seguro lloraría delante de él y no quería hacerlo, no quería su lástima.
—¡Demonios! – dijo frustrada, la salida se veía varios metros adelante, pero si iba hacia allá, Stephen alcanzaría a verla… giró su rostro en todas direcciones… su atención se fijó en una gran puerta de madera cercana a ella…entró sin vacilar.
—¡Stephen! – escuchó débilmente la voz de la que, ahora sabía, era la novia del pelinegro que ella amaba…cerró los ojos y se recargó en la pared, rogó porque ambos se fueran pronto.
—¿Qué quieres Emily? – sus ojos se abrieron con sorpresa al escuchar la molesta voz de Stephen prácticamente frente a la puerta… se tensó e instintivamente retrocedió… temía que Stephen entrara, pero se convenció que eso no tenía lógica… aun así, estaba asustada.
—¿Qué quiero? – la molestia en la voz era notoria.
—¿Qué demonios quieres tú Stephen? – escuchó y dedujo que ella también estaba cerca, pues su voz sonaba perfectamente clara.
Aura tembló… ella jamás le hablaría a él de esa forma, Emily podría asustarla fácilmente.
—¿De qué estás hablando? – volvió a cuestionar Stephen y su molestia no parecía disminuir.
—¿Qué haces siguiendo a esa niña? ¿Qué no ibas a decirle de nuestra relación? – ella fue fríamente directa.
—Tenía que encontrar el momento… sabes que iba a hacerlo…diablos, ella seguramente ahora piensa que soy de lo peor – oferto Stephen con cierto fastidio.
Aura tapó su boca y sus ojos temblaron… seguro ellos hablaron de ella, para él era obvio que ella sintió algo por él… y en ese momento le quedaba claro, que él por ella no.
—¿Nadie te dijo que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación? – susurró una voz masculina desde su espalda, al parecer, él también había escuchado esa disputa, Aura respingó del susto… volteó a verlo y se sorprendió al reconocerlo.
—¿Tú? … ¿qué haces aquí? – dijo claramente sorprendida, retrocedió instintivamente.
—Mph… ¿qué haces TÚ aquí? … Este es el vestidor de hombres — dijo con fastidio Cedrick.
—¡Shh! – Aura se llevó la mano débilmente a la boca y volteó atrás—… te escucharán – termino de decir ya demasiado nerviosa, sorprendida y asustada.
—¿Y a mí qué me importa? – dijo cínicamente el rubio —…no soy yo el que está espiando – dijo Cedrick con burla.
Ella negó rápidamente con la cabeza
— Y-yo… tampoco — dijo Aura preocupada de que la juzgara mal.
—¿A no? …— dijo y se acercó a ella -… eso parece — termino de decir Cedrick agachándose para verla a los ojos.
—Ahora quítate que tengo que irme — dijo haciéndola a un lado.
—¡Espera! Por favor – Aura habló despacio y lo sujetó con ambas manos del brazo—… si sales… me verán — dijo preocupada, el dolor de la desilusión se fue con el nerviosismo.
Él frunció el ceño al verla, los ojos de la chica lucían realmente atormentados.
—Ya hablamos de esto Emily… voy a buscarla – escucharon de nueva cuenta la molesta voz del pelinegro, ambos se seguían viendo a los ojos, pero prestando atención a la conversación.
—¡Deja ya de buscarla! – exigió molesta la frívola joven.
— ¿por qué demonios te interesa tanto? – cuestiono Emily ya con evidente enojo.
—¿Quieres cerrar la boca? – dijo fastidiado, Aura se sorprendió de que Stephen tuviese ese mal carácter, en cambio Cedrick entendió que esa niña frente a él, era la debilidad de su nuevo capitán, sonrió por eso.
—¡Todo esto es culpa tuya! – volvió a decir el pelinegro sorprendiendo a su joven novia.
—¿Sabes qué Stephen? … ¡Vete al diablo! – dijo indignada y escucharon sus pasos, al parecer, se marchaba.
—¡Demonios! – gruñó por lo bajo Stephen —¡Espera Emily! – grito el para que no se fuera.
—¿Amas a esa niña, Stephen? – cuestionó fríamente Emily y esperó su respuesta.
Aura se tensó y bajó su mirada al suelo. ¿Qué diría Stephen? … contra la razón, esperaba un sí. Stephen por su parte no contestó
—¿Crees que ella pueda darte lo mismo que yo? ¿La deseas más a ella que a mí? – preguntó soberbia la frívola joven.
—¡Por supuesto que no! – dijo molesto… molesto con Emily y con él mismo -… es solo que… - dijo y dudó… reconsideró las cosas… Aura ya sabía, por más mala que era la forma, de su relación con Emily… ahora debía preocuparse por tener contenta a su novia, ya después arreglaría las cosas con Aura…, con suerte, ella lo esperaría.
—¿Qué? – presionó —¿entonces por qué te preocupa tanto? – cuestiono Emily.
Stephen resopló frustrado, Emily no era tonta y no era fácil de engañar.
— Porque quiero a Aura… - y la nombrada escuchó lo dicho, el rubio a su lado la observo llevarse una mano al pecho, no supo qué pasó por su mente -… pero… como a una hermana… - volvió a hablar, esta vez amargamente, Aura cerró los ojos decepcionada… y Cedrick entrecerró los ojos… eso no fue lo que Stephen le había dicho a Anthony momentos antes en ese mismo lugar… ¿así que Stephen sí pretendía tener a las dos?
Un sollozo femenino lo sacó de sus pensamientos, la chica ahora se encontraba recargada en la pared de enfrente y con sus manos ocultaba su rostro, sonrió de medio lado… él aprovecharía esa situación esperó, y la dejó seguir escuchando…
—¿Seguro que como a una hermana? – preguntó ya calmada – Me estaba poniendo celosa… - dijo en un empalagoso tono Emily.
—Crecimos juntos… no podría verla de otra forma… ella es tan tierna, tan ingenua, tan inocente… pero no despierta en mí, nada que no sea cariño… no podría verla como mujer — dijo, pero arrastrando un tono amargo que no notó la destrozada Aura.
—Deja ya de llorar – dijo molesto Cedrick quien tomó a Aura de una de sus muñecas.
— Ellos no tienen mucho tiempo juntos… tampoco creo que la ame — le dijo a la llorosa jovencita, mirándola con atención esa niña no era para nada fea, por el contrario, sus facciones eran delicadas, hermosas y demasiado femeninas, le recordaba a las princesas de los patéticos cuentos de hadas para niños…no sería un tormento molestar a Stephen.
—¿De qué hablas? … e-es … obvio que si – mencionó Aura luchando por detener su llanto.
—No lo hace…no aun, pero Emily lo tiene en sus manos – le aseguró Cedrick con una sonrisa torcida.
Si todo salía como quería, destruiría a Stephen y haría rabiar a Emily al tiempo, se acercó despacio a ella…
Ella lo vio con miedo por la cercanía que estaba imponiendo, sus lágrimas cesaron.
—¿Y sabes por qué? – cuestiono el rubio con voz ronca y sensual.
Aura negó despacio, pero mínimamente interesada.
—Porque se está acostando con él — dijo Cedrick fríamente, y sonrió de medio lado al ver el rostro de incredulidad y desconcierto que la chica le mostró.
—M-Mientes — dijo en susurro… eso no podía ser cierto… se negaba a creerlo… algo dolió en el pecho de Aura… si eso era cierto, ella no tenía oportunidad alguna… esa chica era tan bonita, y ella y Stephen tenían ya… quiso volver a llorar… ella era una tonta por esperar que ellos dos lo hicieran juntos por primera vez… alzó su vista al chico.
Él sonrió de medio lado con clara diversión.
—¿Cómo… lo sabes? – cuestionó la joven e intentó apartarse, haciéndose a un lado … nerviosa limpió sus lágrimas.
Él se agachó y la atrapó poniendo ambas manos en la pared, una a cada lado de su cabeza, Aura se sintió demasiado nerviosa, ese tipo molesto era alto, demasiado alto…y demasiado apuesto, sus cabellos eran rubios, su piel demasiado blanca y sus agresivos ojos azules lograban intimidarla.
— Eso se nota – dijo muy pegado a su rostro, Aura sintió su fresco aliento… su corazón latió con fuerza… el dolor de Stephen quedó en un segundo término, ladeó ligeramente su rostro… él la ponía nerviosa…demasiado nerviosa.
– Hay miradas cómplices… caricias disimuladas… – habló y él también ladeó su rostro, para seguir cerca de sus labios.
Ella lo vio con miedo y nerviosismo… sus palabras dolieron.
—Y él jamás la dejará...aun cuando tu lo hayas creado un príncipe de armadura blanca, la verdad es, que es un hombre, y los hombres nos quedamos donde nos dan exactamente lo que queremos…sexo – dijo Cedrick con tono meloso y malicioso.
Aura tragó duro… ¿cómo sabía que eso que le decía era verdad?
— Él jamás te mirará como tú quieres…– volvió a asegurar, esta vez, le susurró al oído.
Aura apretó sus manos en el firme pecho masculino, no lo quería tan cerca… pero no podía gritar o hablar fuerte, pues todavía podía escuchar a Stephen cerca.
– No mientras te siga viendo como una dulce hermana — Aura tembló al sentir la calidez de su aliento en su cuello, él sonrió al notarlo.
Ella se sumergió en las palabras dichas por el chico y no quería aceptarlo aun cuando todo lo dicho era verdad…necesitaba retirarse, quería escapar de allí a como diera lugar.
– Debes dejar de ser… su dulce Aura… – susurró Cedrick y ella y recordó que así solía llamarle Stephen…las lágrimas nuevamente comenzaron a picar sus ojos.
– Pero…como, ¿Cómo podría hacer que el me viese de otra manera? – cuestiono Aura mas para si misma.
— Yo podría ayudarte con eso… – ofreció Cedrick sin desvanecer su sonrisa torcida.
—¿Tú? – preguntó Aura al ser nuevamente consciente de él.
—Mph… ¿y por qué no? – dijo Cedrick sin dejar de mirarla.
—¿P-por qué… lo harías? – le cuestionó recelosa, ella no olvidaba lo que Sasha le había dicho de él, y ella concordaba que una persona amable, no era.
— Diversión, tal vez…últimamente me encuentro demasiado aburrido – respondió Cedrick y con su sonrisa torcida, ocultó sus verdaderas razones…él quería vengarse de Stephen Miller por quitarle a Emily y su puesto de capitán.
“¿Diversión?” se cuestionó mentalmente… ella no confiaría en alguien como él… lo veía con recelo, pero su atención se vio interrumpida cuando de manera abrupta la puerta de ese vestidor se abrió, dejando ver un apresurado pelinegro.
Aura se sorprendió, ni siquiera lo sintió acercarse… Stephen se detuvo abruptamente al verlos ahí, juntos… a solas, en ese cuarto.
— Vaya manera la tuya de aparecer – se quejó fríamente el rubio, Aura lo vio sorprendida y Stephen molesto… y a ese par de ojos, se le sumaban otros que los veían de igual forma molestos, detrás del moreno Miller.
—¿Qué haces aquí Aura? – le preguntó a ella, ignorando deliberadamente al rubio frente a él… ¿Desde cuándo estaba ahí? ¿Aura habría escuchado lo que habló con Emily? -… ¿Y qué haces con este sujeto? – volvió a cuestionar al verla nerviosa, y más porque al entrar, ellos dos estaban demasiado cerca.
Emily se hubiera molestado por la casi escena de celos que su novio montaba, pero a ella también le interesaba saber ¿qué demonios hacían juntos Cedrick Meuric y esa mocosa patética?
— Somos viejos conocidos…nos encontramos de camino y decidió esperarme para poder acompañarla, ¿Hay algún problema “Capitán”? – interrumpió Cedrick, el seguro discurso de disculpas que la tonta chica daría.
Stephen lo vio con el rostro casi desfigurado en molestia, de todas las personas con las que podía esperar ver a Aura, Cedrick era al que menos esperaba y toleraba.
—¿Cierto? – preguntó Cedrick a la delicada jovencita y la rodeó con un brazo de los hombros.
Todas las miradas pesaron sobre ella.
— Entonces… – habló apartando con su mano libre al desconcertado pelinegro – Si nos permiten, nosotros nos marchamos — mencionó Cedrick y se la llevó, pasando de largo también a la lacia pelinegra quien de reojo los vio partir.
Ellos dos permanecieron en el sitio y ambos molestos, los dos también, lograron disimularlo… a ninguno les convenía montar una escena de celos… eso lo sabía perfectamente Cedrick, y decidió aprovecharlo.