Aura miraba hacia la nada dentro de su habitación sintiéndose aun mareada por todo lo que había pasado en el departamento de Cedrick. — Le dije que si…— recordó ese par de cosas que el joven le había preguntado a la mitad de su orgasmo, Cedrick le había preguntado si le estaba gustando, y después le preguntó si lo dejaría seguir haciéndoselo a ambas cosas ella había respondido afirmativamente… —¿Por qué? — se cuestionó… en ese momento no pensaba en Stephen… en lo único que pensaba era en él, y en eso que le hacía. – No, no era por él, no era por Cedrick — se convenció a si misma, creer lo contrario la asustaría. —¡Aura! — habló la castaña Sasha sorprendiendo a una distraída cobriza al entrar sin avisar a su cuarto. —¿Qué ocurre? — preguntó Aura extrañada. —¿Dónde te metist