1. ¿Premonición?

1700 Words
Inquieta entre las sábanas de una humilde habitación... LUCIANA …Y allí estamos de nuevo envueltas en ese destello de suerte que nos ha caracterizado, la noche es agradable y los galanes se desvive por nosotras, tanto que nos invitan una copa y luego intentan comprar nuestro amor con joyas y otros regalos caros que no podemos desperdiciar. Ángela se coloca detrás de mí, está lista para la acción, tu vestido sensual la vuelve visible a todas las miradas, incluso de mujeres, sí, que se mueran de envidia, y yo teniendo que lidiar con un idiota más. — Preciosa, compré ésto pensando en ti, se te verá genial — el hombre frente a mis ojos me obsequia algo, me impresiona bastante, pero debo disimular — Cariño, agradezco tu pequeño detalle, pero ¿Sabes? Ya tengo uno igual — en un movimiento rápido, tomo mi pulsera de bisutería barata junto con la joya preciosa que le acaba de regañar el caballero y lanzo al aire la bisutería mientras dejó caer la joya por mi espalda para que Angy la atrape, le doy la espalda al hombre y nos dirigimos a la salida como todas unas divas empoderadas, aprovechando que todos buscan la joya cara que creen que aventé. — ¿La tienes? — le pregunto — Obviamente, esta joya sí que vale mucho, necesitamos más regalos como este — Lo sé, en cuanto la ví quería gritar de la emoción — Qué bueno que no lo hiciste porque debemos mantenernos en nuestro papel — Estoy tan feliz, estamos tan cerca de la meta — Ya pronto, amiga, muy pronto — Por ahora, tendremos que cambiar de antro, creo que aquel ya nos conocen lo suficiente — Lo mismo estaba pensando, pero este es el mejor lugar, los regalos que nos han dado aquí tienen mayor valor que todos los demás juntos — Entonces, quizás, pero sólo quizás podríamos seguir viniendo — Sí, por favor, aunque sea una vez al mes — Eso haremos, una vez al mes o a la quincena vendremos, depende de nuestro avance en otros lugares — Perfecto, no se diga más… Salimos del antro y afuera está ese hombre guapísimo que sigo en r************* junto a su amigo que a veces lo acompaña en sus videos, es el hombre que a veces meto en mi cama durante mis sueños, ese que podría hacerme perder la cordura en un segundo, pero ni siquiera me mira, es tan arrogante y odioso, de seguro debe tener millones de mujeres a sus pies y cree que por eso ninguna lo merece, pero no me importa si puedo mirarlo por unos segundos, aunque sea en sueños, ¿Será ésto un sueño? Se siente muy real, no como un sueño, quizá es tan genial que ni yo me la creo. — ¡Señoritas! ¡Alto allí! — nos intercepta una voz Angy y yo nos detenemos de golpe esperando que ésto sea una broma de mal gusto. — Arriba las manos, están detenidas — ¿Nosotras? — Sí, ustedes son las bandidas que roban a hombres adinerados, ¿O me equivoco? — Sí, señor, usted se equivoca, nosotros no robamos a nadie — nos defiendo — ¿Y entonces, cómo explican ésto? — el oficial saca de nuestros bolsos las joyas que obtuvimos hoy — Nosotras no tenemos la culpa de que los hombres crean que pueden comprar nuestro amor con regalos — explica Ángela intentando seducir al Oficial — ¡Señorita! — el oficial se quita su abrigo y se lo coloca a Angy — Cúbrase. Me sorprende que exista un hombre capaz de resistirse a los encantos de mi amiga, eso quiere decir que verdaderamente, ¡Estamos en problemas! — Quedan detenidas por los delitos de… El oficial y su compañero nos esposan, desde aquí puedo ver cómo León y su amigo se burlan de nosotros por tal situación, valientes caballeros, en lugar de defender a un par de damas en aprietos, sus risas son indisimulables y eso me enfada, no puede ser que al fin conozco al hombre de mis sueños y sea de esta manera tan horrenda. — Luciana, despierta, ya es tarde — ¿Ángela? ¿Dónde estamos? — En casa, ¿Dónde más? — ¡Qué alivio! Sonaba que nos detenía la policía y nos llevaba a la cárcel — ¡Ni lo digas! Ademanes, ya sabes que en caso de algo, yo me encargo de arreglarlo — Esta vez era diferente, pues el oficial no accedía a tus encantos — Eso Sí que me preocupa, afortunadamente fue un mal sueño y nada más, anda, que tú negocio te espera — Gracias por despertarme — No te preocupes, anoche estabas tan cansada que es comprensible que olvidaras programar la alarma — No volverá a pasar — Bien, me tengo que ir a trabajar, te veo más tarde — Que tengas un lindo día. Ángela se va y yo me quedo sola con mi preocupación, no recuerdo mucho sobre el suelo, pero sé que es una señal, ¿Será que se avecinan problemas? Ojalá que no, no podemos parar ahora que estamos tan cerca de lograr nuestra meta. Acudo al negocio como cada día, es un local de venta de bisutería que yo misma elaboro, también vendo toda clase de regalos para dama y se llama “La peligrosa”, luego te contaré por qué elegí esa denominación. El caso es que en mi negocio puedes encontrar el regalo perfecto para cualquier mujer, por supuesto que las joyas que logramos obtener las vendemos a parte, en el local no puede haber ni señas de eso, incluso mi forma de vestir es diferente aquí, digamos que de día soy una mujer muy dulce, con vestimenta formal y decente, incluso uso lentes, así será más difícil que alguien me reconozca, y durante la noche soy muy peligrosa, vestido sensual, tacones altos, joyas caras o al menos así lo parecen, y lentes de contacto para lucir mis bellos ojos. Disfruto mucho como las dos personas que soy, no puedo decir que finjo ser algo que no soy, por no es verdad, si pudiera demostrar al mundo cómo soy en realidad, sería exactamente igual a lo que soy ahora, sólo un tanto más feliz… pero no me voy a poner a hablarte de todos mis problemas o a describirme con lujo de detalles, no, eso lo tienes que descubrir tú mismo, poco a poco, sólo de que es muy probable que te robe el corazón. Hablando de corazón, no puedo creer que soñé con León en esa situación, ya no sé qué es más triste, haberlo soñado burlándose de nosotras o el hecho de que no lo conocí en persona. ÁNGELA Me preocupa el sueño de Lu, pero no me puedo decir eso o se enfrascará en ello y ya no querrá que salgamos por las noches, no podemos renunciar a nuestro sueño, debemos continuar pase lo que pase, ese fue el juramento y si una de nosotras quiere desistir la otra se debe encargar de regresarla al cumplimiento de nuestros objetivos, porque hay algo muy valioso que tenemos que recuperar muy pronto sí o sí, ¡No hay opciones! — ¡Ángela! Apresúrate que se hace tarde, ya vamos a salir al aire — Lo siento, el transporte público es lo peor, pero no volverá a ocurrir — Lo sé, cariño, siempre lo dices — Perdóname, Tomás, de verdad lo intento — Basta de disculpas, corre — Gracias Me preparo para hacer lo que más amo y… — Muy buenos días, mi gente bonita de Melisandre, son las ocho en punto, si usted acaba de dejar a las bendiciones en la escuela apresúrese a encender la radio que ya está aquí Ángela Robledo en su programa favorito… LUCIANA Por poco me quedo dormida y no alcanzo a escucharte, amiga, espero mi saludo como siempre… — ¿Ya tiene listo su cafecito mañanero? no espere más, este es el momento justo… y aprovecho para mandar un saludo a la fan número uno del programa, usted ya sabe de quién hablo, ella es Luciana Sevilla, amiguita, ¿Qué canción te pongo ahora? Ya sabes que eres la consentida… — Escucho a Angy en la radio, sin duda es la mejor, si supiera lo orgullosa que me siento de ella, ¿Qué canción le pediré hoy? RAFAEL Hoy tengo una cirugía muy importante, es un pequeño con un problema cardíaco, a veces me preguntó por qué elegí está carrera y sobretodo está especialidad, el peso en mis hombros es enorme, pues muchas vidas dependen de mí cada día y cuando me tocan casos como el de hoy me cuestionó toda mi existencia, tengo miedo de cometer un mínimo error y que esa pequeña vida se esfume por mi culpa. — ¿Ya estás listo? — me pregunta León — Sí — Estás muy nervioso, amigo, lo harás bien, recuerda que eres el mejor — Gracias, León, no sé qué haría sin tí — Probablemente no conocerías las redes sociales — Ja, ja, siempre sabes cómo hacerme reír, te veo luego — ¡Éxito! LEÓN Cómo Rafa ya se fue y yo tengo la sala de descanso sólo para mí, es momento de encender la radio y tomar mi café… — ¿Escuchando a tu competencia? — Rafa se regresa por la bata — Debo saber a qué me enfrentaré — No hay nadie como tú, ni siquiera ella, aunque para serte sincero se escucha muy divertida — Ya vete a tu cirugía Así es, también soy locutor de radio, es mi pasión, pero gracias a mi trabajo en el hospital casi no tengo tiempo para ello, por lo que sólo los fines de semana tengo el privilegio de estar en cabina por un par de horas, quisiera poder dedicarle más tiempo, pero el día no puede tener más horas y yo necesito trabajar en lo que más me deja, además, la pasión que siento por la locución no se compara a lo que siento aquí salvando vidas, curando enfermos y devolviendo la fe y la esperanza a la gente que me rodea, aunque eso no me quita las ganas de salir de fiesta…
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