22. En el mismo juego

1791 Words
Beremunda… NICOLÁS Tengo que lograr que Ángela esté de mi lado esta noche, no me gusta amenazar con lastimar a las niñas, pero a como lo veo, es la única manera de lograrlo, Sergio fue muy claro cuando me sugirió que Luciana y Ángela deben permanecer lejos y si es posible, hay que lograr que entren en conflicto, así serán más débiles todavía y más fáciles de controlar. — Mi amor, quiero proponerte un trato — le digo amablemente — Te escucho — sonríe y es encantadora — Si te portas muy bien esta noche, traeré a las niñas mañana mismo y te dejaré pasar el día completo con ellas — le veo emocionarse — ¿De verdad harás eso? — cuestiona incrédula — Por supuesto, cariño, toda buena acción tiene su recompensa, ¿Qué no? — ¿Y qué tengo que hacer? — Como dije, debes portarte bien y alejarte lo más que puedas de tu amiguita Luciana, como sabes, ella no es una buena influencia para tí. ÁNGELA Acepto la propuesta de Nico segura de que podré controlar la situación, pues de ninguna manera pienso hacer caso a su petición, aunque claro que quiero ver a mis hijas, es lo que más añoro en la vida, pero ya pensaré en algo. — Estar con mis hijas más que Luciana o cualquier otra amistad, así que haré lo que me pidas, Nico — Bella e inteligente, eres la mujer perfecta, mi amor — él besa mi mano como si con eso fuera ganarme el cielo, luego se va, de seguro a sus negocios turbios. Me quedo sola con la servidumbre durante la mayor parte del día, ahora no puedo planear mi huída, pues de verdad espero que traiga a mis hijas como dijo, ahora debo pensar en cómo hacerle saber a Luciana que Nico me está chantajeando para que no me acerque a ella está noche, por cierto, ¿Qué me voy a poner? Tengo que lucir espectacular, tengo que ser la mujer perfecta para el tarado éste, ¡Ash! ¡Cómo me desespera tener que fingir lo que no soy! Melisandre… LEÓN Rafa vino por mí luego de que el programa de radio terminara, fue puntual como le pedí y ahora estamos aquí en la comandancia pensando en una estrategia para que Ángela y Luciana escuchen un mensaje del agente Rico. Las horas pasan y las ideas no son muy claras, no queremos que parezca raro el programa, pero no me iré hasta tener la idea perfecta. RAFAEL Parece que fue ayer cuando nos peleamos Ángela y yo, salíamos discutir por todo, tonterías como siempre, pérdida de tiempo solamente, cómo quisiera que estuvieras aquí conmigo, Angy, abrazarte y luchar contigo por tus ideales, ahora que nunca fue lo que parecía, nunca tuve la razón, en cambio tú… — Doctor Zúñiga, será mejor que vayan a descansar — sugiere Rico — No, pero es que aún no tenemos… — Lo sé, pero dudo mucho que aquí se nos ocurra algo, la mente necesita despejarse y yo debo volver a casa con mi esposa — Entiendo, en caso de algo, llámenos — Lo mismo digo. León y yo nos retiramos de la comandancia, me alegra que el agente Rico piense en su esposa y no en Ángela, comenzaba a sentirme… no debería sentir celos nunca más, quizá no estoy listo para ser el hombre que necesita una mujer como ella, tendré que mejorar para cuando regreses, así jamás te arrepentirás de haberme conocido, Ángela. — Vamos, quiero dormir — dice León — Sí, claro. Beremunda… LUCIANA He pensado tanto en mis pequeños, ahora, justo en mi habitación, tengo un retrato de ella en mis manos y los recuerdos me invaden… FLASHBACK 9 años atrás en un hospital de la ciudad… El parto fue rápido, para mi fortuna, mi bebé está bien y yo… yo sólo tengo ganas de verlo, el médico se lo ha llevado para su revisión, dijo que cuando me pasen a cuarto podré verlo. La espera agota mi paciencia. — Señora Robledo, su bebé, es hermoso — la enfermera coloca a mi hijo entre mis brazos, es la sensación más hermosa de toda mi vida, veo sus ojitos dormidos, es todo un angelito, sus manos son tan pequeñitas y estoy muy emocionada. — Es un ángel — digo a la enfermera, pero ella ya se ha ido y en su lugar está Sergio quien sonríe y se acerca para conocer a su primogénito — parece un muñequito — Es precioso, se parece a tí Lo carga y lo admira con tanta ternura que siento que me vuelvo a enamorar de ese hombre, sin duda es el mejor día de mi vida. De un momento a otro, el recuerdo me lleva a otro año. 5 años antes de la época actual… Faltan casi dos meses para que nazca mi segundo hijo, el pequeño Alex deseaba tanto tener un hermanito para jugar. — Sergio, no entiendo porqué en el primer embarazo estabas tan apegado a mí, las horas se te iban hablándole a mi panza y contabas los días para el nacimiento de nuestro hijo y ahora eres tan diferente — Es que era la ilusión del primer hijo, algo muy nuevo para mí — Para mí también y sin embargo, ambos hijos me han llenado de emoción, no sé porqué tú eres tan frío conmigo… — Porque no estoy seguro de que sea mi hijo, Luciana — ¿De qué hablas? Claro que es tu hijo — Yo no puedo estar seguro de eso — Pero Sergio… El parto se adelantó casi por dos meses y ahora estamos en el mismo hospital donde nació Alexander. — …el bebé no llora — escucho decir al médico — ¿Qué pasa, doctor? — Cálmese, señora Robledo — dice la enfermera — El doctor dijo que mi bebé no llora, dígame qué pasa, por favor — Su hijo nació antes de tiempo y sus pulmones no están bien desarrollados aún — ¿Vivirá?... FINAL DEL FLASHBACK — Y has sido todo un guerrerito, mi amor, mi ojitos de cielo, — digo besando la imagen de mi pequeño Ryan y posteriormente beso la imagen de Alex — y mi solecito precioso, si supieran cuánto los extraño — lloro. SERGIO Ya está todo listo para la bienvenida de Luciana, todos los invitados confirmaron su asistencia incluyendo a Nicolás, quien tiene una misión muy importante para ambos. Ahora debo alistarme también y asegurarme de que Luciana no me eche a perder la fiesta. — Hola, Luciana — entró sin tocar y la encuentro en paños menores, se conserva muy bien — No sabía que tocar la puerta antes de entrar ya no se usaba — Perdona, tienes razón — seré un poco complaciente para que no quiera arruinar la velada — Supongo que no has venido sólo a verme semidesnuda, ¿O sí? — Oh, no, no jugarás conmigo, sé muy bien de lo que eres capaz, Luciana y aunque estás preciosa, no caeré — Sólo quería saber si necesitas algo — Mi kit de belleza está completo, no te preocupes, estaré perfecta para la fiesta — Bien, veo que ya tienes el vestido listo — Sí, creo que ese es el adecuado para esta noche — Oh, ¿No te gustó el que te regalé? — No sé de qué regalo hablas, yo no he recibido nada — ¿Qué? Pero… dame un momento. ¿Qué pasa con esta servidumbre que no puede hacer nada bien? Me dirijo a buscar a la señora Almita, pues a ella le encargué específicamente que entregara ese regalo. — ¿Almita? — Sí, señor — ¿Puedes explicarme por qué la señora Luciana no ha recibido el regalo que te encargué? — Perdóneme, señor, creo que era para la señora Fanny y lo dejé en su habitación para cuando viniera — Ay, Almita, más te vale que el regalo éste intacto o te despediré — Voy corriendo señor Para la señora Fanny, ¿Quién le dijo que esa es una señora? ¡Nunca lo será en esta casa! Regreso a la habitación de Luciana y espero a que Almita me traiga el obsequio para entregarlo personalmente. — Perdóneme, señor, no vuelve a suceder — me dice entregándome el regalo — Tienes suerte que estoy de buen humor, Justo cuando estoy a punto de abrir la puerta, recuerdo que debo tocar antes y así lo hago. — Adelante Cuando entro, Luciana luce espectacular, tan hermosa como cuando la conocí o más, pero no puedo permitir que note mi debilidad por ella. — Ese te queda bien, pero quizá con esto mejores un poco tú apariencia, espero te guste. — Gracias, no tenías por qué molestarte. Ella sigue siendo muy dulce, se acerca y abre el regalo, sé que le ha gustado el vestido nuevo porque de inmediato lo puso encima y se miró al espejo. — Sí, creo que este se ve mucho mejor, gracias. Lamento mucho que no lo hayas recibido antes, doña Almita ya está un poco olvidadiza. — Es una señora que ha trabajado toda su vida, debes tener paciencia porque nunca encontrarás a alguien como ella. — Lo sé, gracias por el consejo — Ahora si me permites, me gustaría seguir arreglándome en privado — Ah, sí, claro. Te veré abajo — Sólo unos minutos más y bajaré — No tienes que apresurarte, aún falta una hora y yo apenas voy a bañarme, todavía hay tiempo — Si no te incomoda, quiero verificar que todo esté en orden en la cocina y respectos a los arreglos de la casa, hay unas cosas que quisiera modificar un poco — Como tú prefieras. Sigue siendo tan perfeccionista como siempre, aunque diga afirme que no es la misma de antes, yo sé que sí, su esencia sigue intacta. LUCIANA Sergio no cambia en nada, cree que sigo siendo la misma tonta de siempre, esa a la que puede manipular y hacer sentir mal con sus comentarios, pero sólo juego con él, sólo le hago creer lo que quiere, pues es obvio que este vestido se me ve precioso, León estaría loco por quitármelo y quizá Sergio también, aunque lo disimula muy bien., pero le daré el gusto de ponerme el que me regalos, que también hermoso, tan elegante y sensual. Luego de terminar de arreglarme, bajo para ver los detalles que le mencioné a Sergio y luego de asegurarme que todo esté perfecto, puedo relajarme un segundo para esperar a las visitas, me sirvo un un trago de tequila, pues algo me dice que esta noche será incómodamente inolvidable y aquí viene el primer invitado. — Luciana, pero qué bella estás — ¿David? — me pongo nerviosa

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