¡Hola a todos! Me gustaría aclarar que esta novela no está editada y no planeo editarla por el momento. Desde ya pido disculpas por los errores, incongruencias y demás fallos.
Si gustan otras novelas de romance, tengo otras 3. Gracias por leer.
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—Padre, sólo dame mi tiempo —exijo, siguiéndolo por toda la casa.
—No tenemos mucho, hijo. Debes asumir tus deberes lo más pronto posible.
Suspiro profundo.
—No estas ayudando —masajeo mi entrecejo.
Él voltea, dándome la espalda.
—¿No tienes clases? —cuestiona viendo el reloj de la cocina, con la clara intención de cambiar de tema.
Te salvas de esta, padre.
—Sí, debo irme.
Me encamino a la universidad en mi motocicleta deportiva Thiumph Daytona, una de mis más preciadas adquisiciones. Al llegar bajo y camino hasta mis mejores amigos consciente que las miradas de la mitad de los estudiantes están sobre mi. No es algo de lo que me encuentre orgulloso o cómodo, simplemente es la realidad.
—Hermano, ¿qué hay de nuevo? —saluda Nick con un abrazo.
Le dedico una sonrisa en saludo.
—La misma discusión de siempre con mi padre —resoplo, recostándome sobre su moto—. ¿Ustedes?
—Nada interesante, excepto que hay una chica nueva —dice Logan, con una sonrisa de lado.
—¿Chica nueva, uh? —digo imitando su acción—. A ver que preciosura nos toca esta vez.
Mis amigos sonríen pícaramente para luego enfrascarnos en una conversación trivial, de todo un poco.
De un momento a otro caemos en la cuenta que la atención de muchos se encontraba en la entrada, donde una melena castaña ondulada producía un espectáculo tras quitarse su casco.
—Esa es acaso una... —dice Logan, anonadado.
—Deportiva BMW R1200R 2011 —digo igual de sorprendido qué él.
—Definitivamente no es una de las raritas —añade Nick.
Ella baja de su motocicleta y no puedo evitar dar un recorrido a sus largas piernas.
Su largo y ondulado cabello castaño se revuelve por el viento mientras mira a su alrededor, visiblemente nerviosa. Gracias al top blanco puedo ver su vientre plano y las botas militares que trae dan cierto énfasis a sus torneadas piernas.
Unos gritos agudos me sacan de mi ensoñación y veo dos chicas, una morena y otra rubia, correr hacia la nueva. Se abrazan y charlan animadamente, hasta que la rubia le dice algo mirando en mi dirección. Entonces, la nueva me mira a los ojos y al instante gira la cabeza desinteresada, niega la cabeza y caminan hacia la entrada de la universidad.
Al dirigirse a la gran puerta cruza por nuestro lado, levanta la vista y quedo casi hipnotizado por esos ojos verdes que me miran sin ningún tipo de pudor, y sigue de largo sin inmutarse por mi presencia.
—¿Eso que fue?—pregunta confundido, Logan a mi lado.
—No lo sé —respondo, mirando hacia la dirección en la que desaparecieron.
—Eso fue... intenso —dijo Nick—. ¿Vieron a la rubia? Sí que estaba buena —exclamó haciendo un extraño baile de cejas.
El timbre interrumpió nuestra conversación. Caminamos por el pasillo, entramos a la clase que nos toca juntos, ignoramos la mirada reprobatoria del profesor y caminamos hasta nuestros lugar. Y nos llevamos la sorpresa de que se encuentra ocupado por nada y nada menos que la nueva. No logro ocultar la sonrisa que aparece en mi cara.
—Chica nueva, ese es mi lugar—digo parado a su lado.
—Chico maleducado, aquí no encuentro tu nombre en ningún lugar —dice inspeccionando el pupitre—. Oh, pero no sé tú nombre y ¿adivina qué? No me interesa —vuelve su vista al frente.
—Si querías saber mi nombre no tenías que hacer todo eso —me agacho para quedar a la altura de su oído y le susurro—. Mi nombre es Luke... Luke Garrix —me incorporo y me encamino a un nuevo lugar justo a su lado.
La clase se pasa deprisa, diría que se pasa volando más aún cuando mis ojos no dejan de inspeccionar cada movimiento que hace la nueva. Definitivamente es llamativa, y me entra un calor al darme cuenta que no soy al único que llama la atención.
Cuando la hora del almuerzo llega camino hacia la cafetería y sin formar la fila, voy al primer puesto.
—¡Oye tontito, hay fila y mucha gente con hambre esperando como para que vengas y no respetes las reglas! —de nuevo esa voz.
Volteo con una sonrisa—. Las reglas están hechas para romperse, ángel.
—¿Ángel?—en nada de segundos se encuentra en mi frente—. Puedo ser tú demonio, no me llames ángel. Y formate ahí atrás.
—Linda, no recibo órdenes de nadie, más bien todos me obedecen —le digo seriamente.
—¿Sí? Pues me importa muy poco lo que hagan los demás —da un paso adelante, como retándome, cosa que me da risa, es una cosa pequeña de lindos ojos verdes que transmiten furia intensa con ellos.
—Quiero ver hasta cuando dura eso —me acerco a su cara y le susurro en su oído—. Ah sí, durará hasta que te encuentres debajo de mi, gritando y...
No pude llegar a terminar mi célebre frase cuando siento un fuerte y agudo dolor en mi entrepierna. Uno que me hace cerrar los ojos fuertemente y agacharme levemente, mientras escuchó murmullos de parte de los estudiantes.
—Dudo que sea así si tu amigo no soporta eso. Yo que tú, lo pienso nuevamente, lindura —de reojo puedo ver cómo toma una hamburguesa con suma tranquilidad—. ¿Tiene jugo de naranja? Muchas gracias —dice con un tono amable.
Uno que dudo alguna vez pueda oír dirigido a mi.
(...)
—Hermano, eso es algo nuevo para todos —dice riendo, Logan.
—Eso debió ser un golpe bajo para tu ego —Nick ríe fuertemente—. ¿Entiendes? Golpe bajo —ahora Logan se le suma a su risa.
—¿Podrían callarse? Sus voces suenan en todo el lugar —dice mi hermana Lux, bajando corriendo por la escaleras.
—Mira renacuaja, deberías respetar a tus mayores —dice Logan mirándose las uñas, de manera desinteresada.
—¿Mayores? Tengo diecisiete años y ya soy una adolescente, ¿verdad Luke?
—Sí, pequeña—respondo rodando los ojos.
Mi hermana por alguna extraña razón adora pelear con mis amigos y ellos, por alguna otra extraña razón, aman responder a sus peleas.
—¿Ves, imbécil? —masculla mi hermana divertida—. ¿Luke, puedes llevarme a ballet?
—Si Luki ¿Podrías llevarla a ballet? —dice Nick simulando la voz fina de mi hermana, ganándose un golpe de parte de ella.
—¿Por qué no le pides a Tom que te lleve? Por algo es tu chofer —digo bufando.
—Quiero pasar tiempo con mi hermano, ¿es tan malo eso? —dice con un tono triste, esa niña es mi perdición. Ruedo los ojos y tomo las llaves.
—Al auto, y ustedes no coman toda la comida.
Subimos a mi coche y luego de escucharla cantar canciones de Justin Bieber por fin llega la libertad auditiva cuando llegamos al edificio de Maddame Academy.
—Bien, vengo a recogerte cuando salgas —digo sonriendo de lado.
—Deben acompañarme hasta la puerta del salón de ensayo. No es por mi, es una rara regla de la academia —dice buscando su bolso de entrenamiento en los asientos traseros.
—Bien —bufo—. Abajo o llegarás tarde.
Caminamos por los pasillos, cada paso que nos acercábamos se escuchaba música clásica por los parlantes de la lujosa puerta. Lux abre la puerta y me encuentro con algo que no esperé ver, ni lo imaginé jamás.
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¡Hola a todos!
Este es el primer capitulo de una historia llena de aventuras que planeo subir para ustedes. Realmente espero que sea de su agrado.
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Con cariño, Sunshine.