En busca del amor

Capítulo 3

Mía´s POV

—Quiero correr.

Es lo primero que digo cuando llego frente al chico con el micrófono en manos. Él levanta su vista, echa una carcajada y niega con la cabeza.

—Y yo quiero ser rico, vivir en una casa de galleta, tener nutella gratis y estar casado con Megan Fox, pero eso no va a pasar, lindura —ríe mirándome de pie a cabeza.

—¡Oh, vamos! ¿En serio? ¿Esto es machismo? Una mujer puede hacer lo que un hombre hace —levanto una ceja en su dirección 

—No es que yo sea machista pero el resto de los corredores tal vez sí. Espera, yo a ti te conozco... —entrecierra los ojos en mi dirección—. Eres la chica que se enfrentó a Garrix en la cafetería, ¿no?

—No sé quien es, pero hoy no me he enfrentado a nadie aún así que creo saber a quien te refieres —respondo aburrida—. Soy Mia.

—Nick —tomó mi mano aceptando mi saludo—. ¿Sabes qué, linda? Veré que puedo hacer, ya vuelvo.

Suspiro. Al menos no está todo perdido, con un poco de suerte esta noche no será tan aburrida después de todo.

—Mira que tenemos aquí, madamme Mía.

Esa irritante voz de nuevo. 

Giro en su dirección.

—Mira que tenemos aquí, el hombre que ya sabe mi nombre —digo burlonamente.

Él sonríe de lado, guiñándome un ojo.

—Difícil no saberlo cuando mi hermana te idolatra tanto —se recuesta en la mesa, imitándome. 

Al instante me pongo alerta.

—¿Qué haces? —digo viendo donde se sienta.

—Sentándome, genio.

Pongo mala cara, alejándome un poco de su lado.

—Eso ya lo sé, lo que no sé es por qué. Vete de aquí.

—Oblígame —dice, inclinándose a mi rostro.

Conozco cada uno de estos movimientos.

—Este es el momento en el que te beso, ¿verdad? —susurro, imitando su acción.

Percibo un suspiro de su parte mientras sigue sin apartar sus ojos de los míos.

—No lo sé, ¿quieres hacerlo? —susurra.

Sonrío de lado.

—No.

Me incorporo rápidamente y comienzo a bajar las escalaras del improvisado escenario hasta que veo que Nick se acerca a mi

—En 5 comienza la carrera, es mejor que estés lista —me informa.

Sonrío.

—¡Eres el mejor! — exclamo, abrazándolo fugazmente—. No pienses que esto ocurrirá de nuevo —le digo refiriéndome al abrazo.

—Hay alguien que me fulmina con la mirada, por lo cual deseo que esto no vuelva a suceder — dice riendo.

—Como sea, nos vemos en la línea de meta. 

Corro hacia las chicas, les informo que correré la carrera y me monto en mi bello Maddox dirigiéndome hasta la meta. Es entonces cuando me permito observar detenidamente a mi alrededor. 

Orgullosa de las miradas que se posan en mi, hago rugir el motor. Oh, el bello sonido de la adrenalina misma.

Entonces aparece un chico con una gran bandera de cuadros blancos y negros, en lugar de hacerla flamear la avienta al suelo, dando comienzo a la carrera.

Es entonces cuando acelero. 

Totalmente nublada, rebaso a la única moto que se encuentra compitiendo contra mi. Poco me duró la ventaja cuando al girar la cabeza la veo junto a mi a punto de pasarme. En la curva decido bajar el ritmo para darle un pequeño ánimo, pero cuando veo que se tira un poco al costado, acelero a todo lo que me permito el motor, dejándolo muy atrás. Casi sin ningún tipo de apuro cruzo la meta. 

Pan comido.

Escucho que exclaman por mi, aún sin saber mi nombre.

Al bajar de la moto veo como mi contrincante para a mi lado, se quita el casco y es entonces que lo reconozco. Es uno de los amigos del idiota.

—No diré que hiciste trampa porque no soy de esos perdedores —suelta una risa—. Corres demasiado bien para ser una niña.

Río sarcásticamente. 

—Te aplaste como a una cucaracha, ¿y aún así te atreves a llamarme "niña"?

Sonríe divertido.

—Logan —extiende su mano, la cual no dudo en tomar. 

—Mía.

Abre los ojos sorprendido.

—¡Hasta nombre de niña tienes! —ríe—. ¿Qué dices si invito unos tragos a ti y a tus amigas? —dice mirando a mis espaldas.

Volteo y sigo la dirección de su mirada.

—Oh ya veo —susurro y vuelvo a verlo—. ¿La rubia o la morocha?

Al instante quita la mirada.

—¿C-cómo?

Me cruzo de brazos, aburrida.

—¿Cuál de las dos te gusta?

Suspira y vuelve su vista atrás mío. 

—Carly.

Sonrío

—Los tragos no se tomarán solos. ¡Andando! 

(...)

—¡Dos más! —grita mi compañera de tragos, Carly.

Suelto una carcajada.

-—Ya chica borracha, suficiente por hoy —dice Oli—. Eera una simple celebración, no debías emborracharte

Carly hace caso omiso a sus palabras.

—¡Bailemos! —dice.

Al llegar a la pista me doy cuenta que está sonando Outside de Ellie Goulding. 

Decido soltarme y mover las caderas al ritmo de la canción. Era un movimiento tranquilo hasta que vi que un brazo de Oli estaba siendo tirada por alguien, rápidamente visualizo que es Nick. Al no ver resistencia por parte de mi amiga, me tranquilicé y seguí bailando, al terminar la canción veo a Carly bailando con Logan. 

Para evitar hacer mal tercio decido ir a la barra pero un brazo se envuelve en mi cadera deteniendo mis pasos. Giro la cabeza levemente para ver al idiota al que voy a partir el estómago pero al ver de quien se trataba hice todo lo contrario. 

Sonrío.

Le sigo el juego y contoneo mis caderas de lado a lado, elevo mis brazos hasta dar con su cabello. Muevo mi trasero y lo aprieto en su zona, intentando ponerlo nervioso.

Sus manos se aprietan a mi cintura y me da media vuelta hasta toparme con sus ojos

Tiene la respiración acelerada y sus labios entreabiertos. No puedo evitar observarlos, él lo nota y se acerca lentamente.

Sé que mañana me voy a arrepentir de esto pero ahora no puedo resistir. 

Me acerco y finalmente pruebo esos labios carnosos.

Definitivamente Nike lleva el ritmo del beso; es lento pero al instante se vuelve intenso cuando su lengua contonea mi labio inferior pidiendo permiso, y yo sin dudarlo abro la boca. 

Sus manos van directo a mi trasero acercándome, y entonces, el beso se vuelve aún más intenso si eso fuera posible. Sin embargo, el beso no dura mucho cuando un brazo me separa bruscamente de Luke. No sabía de quien se trataba hasta que salímos del club. 

—¿Qué acabas de hacer, Mía? —me dice Olivia.

Carly me mira atónita, como si de repente todo el alcohol de su sistema se hubiera filtrado por lo que acaba de ver.

Olivia me tira las llaves de mi moto y se sube a la de Carly, con su dueña detrás.

—Me agradecerás esto después —dice Olivia para después acelerar y alejarse. 

Respiro, intentando asimilar lo ocurrido. Sin embargo, decido no darle muchas vueltas al asunto. 

Enciendo el motor y me alejo del lugar. 

Mañana será otro día. 

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¡Hola! Espero que la historia esté siendo de su agrado.

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