◦.◦°.∙: Rainy :∙.°◦.◦ Llegamos al centro de Los Ángeles, donde Scott aparcó su auto en unos estacionamientos privados. Me sentía diferente y no lo podía ocultar, ya que llevaba una gran sonrisa en mi rostro, a pesar de no saber hacia dónde íbamos. Scott no pasa desapercibido, ya que las mujeres lo miran mucho y les encuentro la razón, ya que se ve muy guapo el día de hoy. —¿Dónde vamos? —Me animo a preguntar. Nos detenemos frente a un bonito restaurant. —Vamos a celebrar que has pasado el primer paso para el éxito, con creces —responde sonriente—. Pero debes hacer algo, antes de que crucemos la puerta —menciona, poniéndome nerviosa. —¿Q-qué cosa? —cuestiono. Miro a través de los vidrios y se ve que es un lugar muy concurrido. —Quiero sentirme afortunado de que me acompañes a almorzar