Entre lágrimas comencé mejor a asearme, quería quitarme todo rastro de su aroma, del toque de sus asquerosas manos, de todo lo que fuera Él, me sentía sucia, me demore bañándome, salí ya más tranquila, me seque y me vestí con mi atuendo militar que me gusta, estaba por peinarme cuando note en mi nuca algo, me quite la camiseta y vi en mi piel como si me hubiesen puesto algo irritante allí, entonces reaccione al reconocer lo que era solté una retahíla de palabras en voz baja —¡Me chupeteo el hijo de puta!, mierda, ahora debo verme mi cuerpo, ¡carajo, que no recuerdo nada! Me saqué toda la ropa, me quede como Eva, me fui revisando mi cuerpo en el espejo, tenía chupetones en los pechos, en el vientre, en el pubis, en las nalgas, en la espalda, en las piernas, fui a la cama y agarre la almoh