—Cristian… —pidió Camila. —No, las cosas como son. Saben muy bien que es la verdad, ella es quien tiene la culpa. Elián viene de una familia temperamental y por más que sea un tipo chistoso y pasivo, si lo provocan de esa manera, obviamente que va a reaccionar como lo hizo. Hasta yo me asusté, pensaba que se le iba a lanzar encima —Cristian hizo un “no” con su cabeza—. No vuelvas a hacer eso, fue una gran falta de respeto lo que hiciste. Eliana se levantó de su puesto y salió del comedor, tenía un gran nudo en su garganta, de hecho, decidió salir porque no quería que nadie la viera llorar. Entró a una cabina de un baño y soltó el llanto en silencio. —Eliana —escuchó la voz de Camila—. Ay amiga, cálmate por favor. La joven salió de la cabina mientras se limpiaba las lágrimas, Camila