LUCIANO
Pasado
Abril de 2009
Llegué a casa de Bruce con facilidad.
Media hora después, estaba en una casa pequeña, de madera, que se veía descuidada. Al frente de esta, estaba una camioneta más acomodada, por lo que asumí que era el auto que él manejaba en su día a día. No me quedaron dudas de que la camioneta roja, destartalada, era la que me dejaría y aun así me sentí bien por ello.
—Tu abuelo envió algo para que te instalases y pagó los meses de renta, pero dejó claro que el resto te queda a ti…
—En otras palabras, el viejo quiere que trabaje… No tengo problemas con ello —dije con seguridad y Bruce sonrió.
—Vas a trabajar en el taller, limpiarás, acomodarás y si muestras interés, tendrás la oportunidad de aprender mecánica —dijo y asentí.
Jamás me había ensuciado las manos.
