I just need to be needed,
Like to know I’m crossin’ someone’s mind.
I just want to be someone that somebody needs.
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(Wanted — OneRepublic)
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Logan
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El estruendoso claxon del convertible rojo que se cruzó en mi camino justo cuando yo iba a tomar el cruce, me hizo retumbar la cabeza.
—¡Aprende a conducir, idiota! –gritó el conductor antes de pisar el acelerador, no sin antes mostrarme el dedo medio, gesto que mantuvo mientras se alejaba.
—Esta jodida ciudad es un caos —refunfuñé, poniendo el motor en marcha y aparcando en la acera frente al edificio de estilo antiguo.
Desde hacía un año, que era capaz de decidir a dónde ir y cuándo hacerlo, evitaba viajar hasta allá, pero estaba en medio de grabaciones, Meghan me había invitado a colaborar en su próximo álbum y no había podido negarme. Había sido una larga semana de composición y grabación en Los Ángeles, pero por fortuna ya habíamos terminado, y aunque en cualquier otra situación me hubiese regresado a casa de inmediato, lo que hice fue tomar un avión y atravesar el país para ir a Nueva York. Estaba con los ánimos por el suelo por lo sucedido con Leslie y solo había alguien que podía mejorar mi humor, y esa era mi hermana.
Bajé del auto y tomé el elevador, Lauren vivía en un pequeño loft en la calle Howard. La simplicidad de la seguridad en aquel edificio le ponía los pelos de punta a todos en la familia, pero la realidad de mi hermana era diferente a la nuestra. Lauren era una actriz reconocida en Broadway, estaba empezando a hacerse un nombre entre las grandes estrellas, algunos conocedores llegaban a reconocerla en las calles, pero no sufría del asedio en las calles, al menos no si nadie la ligaba a nosotros, eso le permitía tener una vida mucho más normal de la que teníamos los demás.
Subí hasta el quinto piso donde llevaba ya dos años viviendo y toqué a la puerta.
—¡Hey, tú! —saludó con su habitual sonrisa, esa que hacía que cualquiera se olvidara de sus males.
—Hola, chaparrita —saludé en tono burlón, sabiendo que ella detestaba que la llamaran así. Liam y yo éramos gemelos, y lo cierto es que Lauren era muy parecida a nosotros, salvo por un detalle… medía unas significativas pulgadas menos que nosotros, cosa con la que me gustaba hacerla enojar.
—Idiota —refunfuñó sacudiéndose de mi abrazo y dejándome pasar. Cerró la puerta y luego miró la mochila que llevaba al hombro—. ¿Ese es todo tu equipaje?
—Viajé ligero esta vez.
—Creí que te quedarías hasta el sábado, ¿no viajarás con nosotros?
—Sí, eso haré, pero no vine para salir de paseo ni nada, en realidad todas mis intenciones están concentradas en vegetar en tu sofá y… escuchar tus chistes malos, quizás alguno me haga reír.
—Mh… ¿Tú? ¿Vegetando en mi sofá? Eso no se oye bien, ¿qué ocurrió? ¿Papá está bien?
—Sí, claro… Solo tiene los malestares de siempre —Mentí, tenía que hacerlo, si había a alguien en la familia a quien no debía mencionarle lo de papá, era a Lauren, era la más sensible de todo el clan, y hasta que no supiéramos qué ocurría, lo mejor era no alarmar a nadie, los resultados de sus exámenes estarían en una semana, así que ya habría tiempo para pensar en qué hacer con Lauren si resultaban positivos.
—¿Entonces qué pasa?
—Pues… Conocí a una chica adorable, la más perfecta chica que he visto en la vida.
—Eso es bueno, ¿no?
—Pero al parecer yo no le agrado tanto —continué, ignorando su comentario.
—Oh, eso no es tan bueno. Ven, vamos a sentarnos y me platicas sobre ella.
—¿Eso es humo, saliendo de tu habitación?
—¡Mierda, el rizador! —exclamó antes de salir corriendo escaleras arriba.
Sacudí la cabeza medio divertido, y tal y como había planeado hacer, me lancé en el sofá. Siempre que la visitaba me gustaba acostarme ahí, podía ver el cielo a través del tragaluz y eso siempre me adormilaba y me relajaba, pero no llegué a hacerlo, apenas unos segundos después de que acomodara, oí la puerta principal abrirse y me giré a medio levantar justo a tiempo para ver a Luke entrar cargando unas bolsas de papel.
Dejó las bolsas de la compra sobre la mesa y luego dio un respingo cuando me vio.
—¿Tú que haces aquí? —preguntó mi mejor amigo acercándose.
—Hola, también te extrañe… Hace como un mes que no nos vemos, ¿recuerdas? —De inmediato puso los ojos en blanco.
—Vale, vale… Hola —Se acercó y chocamos las manos como de costumbre—. No quise ser grosero, solo me extraña que estés aquí, ¿ocurre algo? ¿Lauren está bien? —Sonreí ante el hecho de que, aunque intentó mantenerse fresco, el pánico hizo que su voz bajara una octava.
—Sí, está arriba. Vine porque necesitaba relajarme un poco… —Perdí el hilo de lo que iba a decir porque noté que la llave con la que abrió la puerta no la dejó en la mesa sino que se la guardó en el bolsillo del jean y esto me hizo reír—. Acabas de guardarte la llave del apartamento en el bolsillo.
—Sí, lo sé; es… Es mía. Lauren me dio una copia en caso de emergencias —Sonreí una vez más al notar su rigidez. Era un poco cruel de mi parte, pero había ido para divertirme, y jugar con él era divertido.
—Oh, ya veo… Qué raro… A mí no me ha dado nunca una llave para emergencias —La tensión de su mandíbula aumentó.
—Tal vez porque tú no vives en Nueva York. —En su mirada se notaba a leguas la advertencia que me hacía… que a mí me gustara divertirme a su costa, no significaba que él lo tolerara bien, de hecho no lo hacía.
—Tal vez… Pudiera tener sentido. Pero… ¿Cuál es la emergencia hoy? —Sonreí, esta vez con descaro, cuando le oí resoplar y torcer los labios en una mueca enfadada.
Luke había usado la llave sin siquiera tocar una sola vez, lo que decía que podía entrar cuando quisiera… Que estaba acostumbrado a hacerlo, y todos los involucrados sabían que a mí me daba igual lo que hicieran él y Lauren, pero para él era distinto… sí le importaba lo que pensáramos los demás.
—Que no cunda el pánico, todo está en orden —exclamó Lauren bajando las escaleras, creyendo que solo estaba yo, porque cuando hizo contacto visual con Luke, su rostro se iluminó como una bengala… como usualmente hacía—. Hey, guapo. No sabía que ibas a venir hoy.
Luke se tensó aún más al escucharla, pero le devolvió el abrazo cuando ella envolvió su torso con los brazos. Yo reí, esta vez asegurándome que solo lo notara él, y caminé hacia las bolsas en la mesa y empecé a revisarlas, haciéndome el valiente, pero rogando no encontrar nada comprometedor. Siempre bromeaba sobre lo que hacían esos dos, más que nada para hacer enojar a Liam, pero en el fondo no sabría qué haría si lo llegara a comprobar.
Mi hermano tenía sentimientos encontrados con que nuestro mejor amigo de toda la vida y socio artístico se involucrara con nuestra hermana menor, lo motivaba el hecho de no querer que ninguno saliera herido, pero yo era del pensar que ni nosotros ni nadie tenía derecho a opinar o a intentar intervenir en esa relación, así que yo simplemente lo dejaba estar. Por fortuna no tuve que hurgar mucho entre las bolsas para dar con algo interesante.
—Vino a traerte un frasco de tus pepinillos favoritos. Dios te libre de quedarte sin pepinillos, eso sería… Quizás… Una emergencia.
Luke torció la boca en una nueva mueca y miró a Lauren, que de a poco parecía ir entendiendo lo que pasaba.
—¿Y este a qué vino? Creí que soportaría sus chistes malos durante la boda —preguntó a modo de burla, haciendo que mi hermana abriera los ojos de pronto y me apuntara con su índice.
—Está deprimido. —Esta vez fue mi turno de torcer el gesto, que lo pusieran de ese modo sonaba peor—. Me estabas hablando de una chica... ¡Escúpelo! —Exigió mientras me señalaba hacia una de las sillas del comedor, y ella misma tomaba asiento.
Respiré profundo un par de veces y me senté, no quería hablar del tema, hubiese preferido mil veces evitarlo y dejar que se me pasara, pero era algo que dudaba que se me olvidara con facilidad, me sentía profundamente ofendido y culpable por lo que había pasado.
—¿Una chica? —preguntó Luke cruzándose de brazos.
—Sí, conocí a alguien hace unos días. La chica más hermosa que he visto en la vida, con el cabello anaranjado más perfecto de la historia.
—¿Cabello anaranjado? —preguntaron ambos al tiempo.
—Odias el anaranjado.
—Lo sé, pero en su cabello es perfecto. —Sonreí con gesto risueño, sabía que parecía un idiota, pero pensar en ella me dejaba esa expresión en el rostro—. Leslie es perfecta.
—Aguarda... ¿Se llama Leslie? —preguntó Lauren emocionada, de inmediato comprendiéndolo todo.
—Oh, vamos... —Oí quejarse a Luke, él aun no creía en esas cosas, aunque era parte de ello.
Hacía varios años atrás, mi madre había tenido un sueño donde se veía frente a tres cunas, y en el cabecero de estas cunas habían tres letras "L" dibujadas, y sobre ellas brillaba una luz fuerte, así que ella siempre se dijo que sus hijos debían tener nombres que iniciaran con esa letra y solo así tendrían esa luz en su vida. El asunto empezó a volverse un tema interesante cuando al mudarnos a Dublin, sólo conocimos a un chicho cuyo nombre empezaba también por "L"... Luke, que luego se volvería nuestro mejor amigo, prácticamente un Callaghan más. Unos años después llegó Lilieth, de la que Liam se enamoró perdidamente y con quién, pese a algunos reveses en el camino, llevaba años de noviazgo. A su vez, Lauren... se enamoró perdidamente de Luke, y aunque la no-relación entre esos dos era complicada, todos a su alrededor sabíamos que se amaban con locura, y por muy loco que sonara, al igual que mamá, yo sentía que eso tenía algo que ver, no podía ser todo coincidencia, era el destino. ¿Por qué funcionaba así? No tenía idea, pero yo había quedado encantado por Leslie con tan solo verla, sin tener idea de cuál era su nombre, pero cuando lo supe... Confirmé que el destino seguía metiendo sus narices en nuestras vidas... Sabía que había algo importante ahí.
—¿Y dónde la conociste? —preguntó mi hermana, ahora realmente interesada.
—Es la nueva secretaria de papá.
—Joder... —resopló Luke entre risas.
—Y... ¡Cuenta!
—Pues ella es un encanto, es dulce, tímida, pero... es muy inteligente. Sé que parezco un loco, porque apenas si la conozco, solo hemos tenido una conversación real, pero les juro que fue maravilloso, sentí que congeniábamos a la perfección, ella no sabía quiénes éramos, pasó los últimos años en Sudáfrica con el patán de su exnovio, pero al día siguiente de conocernos papá y yo la descubrimos escuchando uno de nuestros álbumes —Sonreí al recordar lo jodidamente halagado que me sentí, pero al mismo tiempo nervioso, preguntándome si le gustaba cómo cantaba o si mis canciones serían sus favoritas—. Chicos, ella solo... me flechó, ¿entienden? Es... ¡Amor a primera vista! —Ma callé y miré a Luke, que me miraba con atención—. ¿Qué? No vas a decirme que eso no existe?
—No, sí existe, sé que existe. —Su respuesta me dejó sorprendido; él, de todos en el grupo, era el más escéptico y aguafiestas, hubiese pensado que me llamaría tonto por lo que contaba, pero en cambio se lo estaba tomando muy bien. El chico había cambiado un poco su actitud sombría desde que había empezado con todo lo del proyecto solista, finalmente se empezaban a ver sus luces y eso me pareció genial.
—Pero no entiendo, si es tan perfecta... ¿Cuál es el problema? —Suspiré una vez más, avergonzado de tener que admitir eso.
—La oportunidad se dio, y me ofrecí a llevarla a casa, fue en el trayecto que tuvimos nuestra primera charla, y todo estuvo genial. La dejé en la dirección que pidió y luego me di cuenta que había dejado su bufanda, regresé y toqué a su puerta... Me abrió alguien más, y me dijo que ahí no vivía nadie con ese nombre, luego la vi tomar un bus hacia otro barrio.
Lauren dejó caer la cabeza mientras que Luke hizo una mueca apenada.
—Logan, cariño... Lo siento tanto —susurró Lauren—. ¿Crees que tal vez se siente abrumada? ¿Los siguieron los paparazzi o algo?
—No, creo que solo... El flechazo fue solo en mi dirección, y apesta, pero... —Me encogí de hombros—. ¿Qué más puedo hacer?
Ambos se quedaron en silencio, sin saber qué decir, haciéndome sentir peor. Me rasqué la nariz sintiendo que la decepción me ganaba, pero odiaba que eso pasara.
—Pero ya lo que pasó no importa, chicos, vine a distraerme, porque tengo una boda este fin de semana, daré un discurso y no quiero llegar con los ánimos bajos para eso, estoy en competencia directo con el otro padrino y no dejaré que esto me afecte.
Luke rió en silencio y sacudió su cabeza antes de dirigirse hasta las bolsas que llevó.
—Algo me dijo que comprara cerveza. —Me lanzó una de las latas y le hice un gesto de agradecimiento.
—¿Qué dicen si vamos un rato a caminar por Time Square? —Me miró expectante—. El ruido te impedirá pensar.
—¡Me anoto!
—Excelente, iré a vestirme rápido.
Empecé a tomarme la cerveza cuando Lauren subía las escaleras y escuché a Luke aclararse la garganta.
—¿Seguro que estás bien?
—Sí —Mentí—. A veces las cosas simplemente no se dan, pero estaré bien. Oye deberías poner todo eso en la alacena antes de salir —terminé, intentando desviar su atención, y me sentí victorioso cuando se alejó hasta la cocina.
Tomé mi teléfono para ojear las r3des s0c¡al3s, mientras no dejaba de pensar en por qué yo no podía encontrar a la persona indicada. No era un mal chico, siempre trataba a las mujeres con decencia, pero jamás había logrado dar con la persona para mí. Veía cómo Liam estaba alcanzando todo lo que siempre quiso con Lilieth, se apoyaban el uno al otro. Incluso en Luke y Lauren, aunque se enfrascaban en decir que solo eran amigos... no podían ocultar su amor, podía ver lo mucho que a él le sanaba la presencia de mi hermana, y yo quería sentirme de ese modo, quería que alguien me necesitara, que me quisiera a su lado, no porque dependiera de mí, sino porque sintiera que yo hacía sus días más brillantes... Pero justo cuando me decía a mí mismo que quizás eso no pasaría, la notificación de un nuevo mensaje llamó mi atención. Normalmente no prestaba demasiada atención al buzón, recibía cientos de mensajes, pero un mensaje de "LeslieC" merecía que me detuviera a leer.
«¿Estás ahí?»
En realidad no podía estar saber si era ella, y podía ser hasta peligroso responder ese mensaje, pero al mismo tiempo, en el fondo estaba muy seguro de que era ella... Y no podía estar más emocionado, así que esperando que eso fuese una nueva señal del destino... empecé a escribir mi respuesta.