Carlota estaba en casa, sabía que esa noche, más tarde, su hijo volvería con Savannah, la luna de miel de solo tres días había finalizado, todo se debía a la carga laboral de Leonel Sagan, que tenía varios eventos mediáticos, primero la cena de embajadores y con el príncipe de la corona, luego la entrega de premios anual de la música Mediterráneo, y después el comienzo de la gira del álbum más arriesgado en su carrera musical.
Una empleada buscó a la señora
—Señora, tiene visita.
La mujer arrugó el gesto, confusa, caminó al salón principal, y cuando miró a esa mujer sonrió impactada
—¡Lorna! —exclamó mientras la abrazaba, esa mujer era la mejor amiga de su hijo, se habían conocido desde niños, ella también pertenecía al mundo del arte, pero se había dedicado al modelaje, era una mujer
