—Una ensalada básica estará bien. Sin aderezo, prefiero hacerlo yo mismo. —Perfecto. —Y se alejó. Marcus chasqueó la lengua. —Demonios, eres el tipo de chica con la que tienes que compartir la comida. —¿Perdón? —Siempre pido el doble de lo que como porque mi acompañante femenina coge la clásica ensalada, y no me gusta ponerme hasta el culo delante de alguien que se pasa toda la noche removiendo un puñado de hojas. "Te puedo poner el primer y segundo plato que más te guste, pero la tarta es para mí. Con la tarta no se juega. Y por cierto", añadió, "me has decepcionado. Tu respuesta debería haber sido "tomaré lo mismo que él", como en Cuando Harry conoció a Sally. —No sabía que estábamos poniendo películas. —Y en todo caso, ¿no serías tú Harry y yo Sally? —¿Qué diferencia hay? El gén