-¿Ángel éstas bien?-La voz de Paulina hace que salga de mi ensoñación. Retrocedo cuándo ella avanza hacía mí.-¿Qué te ocurre?-Levantó una ceja. -
Lo mejor sería no decir nada. Si Paulina tiene algo que ver con lo que le pasó a Hannie, lo mejor es callar. Pues aunque mis sospechas están alzadas contra ella no tengo pruebas.
-Oh, si claro. ¿porque no debería estarlo?-Ella volvió a avanzar y yo retrocedí.-
-Sé cuando mientes Ángel.-Dijo acercándose aun mas a mi persona..-
Mierda, Y más mierda.
-El tema de Hannie me pone tenso, perdona.-Paulina asintió.-
-Aun así, no respondiste mi pregunta Ángel.-Ella sonrió. Estoy seguro de que espera que Hannie haya salido lastimada o algo peor.-
-Prefiero hablar sobre otra cosa.-Dije retomando la compostura.-
-Por supuesto.-Había algo de fastidio en su voz.-
-Ahora si eso era todo, me tengo que retirar.-No deje que respondiera, cuando ya me encontraba caminando.-
-Ángel espera.-Tal parecé que Paulina no tenía intención de dejarme ir así de fácil.-Ángel,me éstas evitando.-Fruncí el ceño.-
-Tengo asuntos importantes a los cuales atender.-Respondí.-No te estoy evitando.-Dije.-
-Claro que sí.-Gruño.-Te alejaste de mí cuándo ésa mujer entró en tu vida, alejándome de ti por completo.-Entonces ahí captó mi atención.-
-Entendiende de una vez.-Ella me miró.-Hannie no te apartó de mi vida Paulina, nuestro amor se fue desgastando con el paso de los años. Además tú más que nadie sabe qué ocurrió para que cada quien tomara caminos separados.-Vi que sé había puesto pálida.-
-No sé de que éstas hablando.- Suspiro queriendo fingir demencia pero ya no podía hacerse la inocente..-
-Los escuché.-Su cara lentamente se deforma.-Ese día cuando se supone tú trabajabas y yo tenía el día libre, fui a visitarte y los escuché. Escuché cómo tenías sexo con aquél hombre.-Decir eso último me dejo un sabor amargo en la boca.-
-Ángel...no es lo que creés, deja que te expliqué, así no pasaron las cosas.-Negué con la cabeza.-
-Suficiente.-Dije.-Quise dejar nuestra relación con un bonito recuerdo, Pero me has obligado a darte la verdadera razón de todo esto. Ahora.-Recuperé la compostura y aclaré mi garganta.-Hannie es una mujer verdaderamente especial para mi. Y no quiero que la culpes a ella de lo que sucedió entre nosotros, ¿queda claro?.-La boca de Paulina se abrió pero no salió nada.-
-Ángel...aún te amo, nunca he dejado de hacerlo, te conozco mejor que nadie y lo sabes. Un error lo comete cualquiera.-Ella se aferró a mi brazo.-
-Pero que te rompan el corazón, con una traición duele aún más.- Respondí mientras la apartaba de mi brazo.-Deja de herirte a ti misma Paulina. No vale la pena recordar quiénes o qué cosas hicimos en el pasado.-La miré completamente serio.-
Antes de que ella pudiera responder, unas personas la interrumpieron con la excusa de llevar no sé qué papeles a un lugar importante. Y es ella la supervisora encargada del hospital.
Suspire. Bueno al menos la había disuadido de hablar sobre Hannie, pero recordar el pasado dolía mucho al decir verdad. Paulina me había engañado,al saberlo dejé que ella misma me dijera lo que sucedió pero sólo pudo fingir delante mío lo cual no pude soportar. Entonces fue ahí que decidí terminar todo con ella.
Pero eso es parte del pasado. Hannie era mi futuro.
(...)
Llamada entrante de Hannie.
Contestar.
Si. No.
Si.
¿Mi cielo?, que bueno que llamas, ¿sucede algo?→
←Hola mi amor. Me temo que sí.
¿Qué sucedió? nada grave espero.→
←Hoy saldré tarde del trabajo...
Oh, ya entiendo. Bueno yo acabó de salir.→
←Ángel, ¿podrías hacerme un favor?
Por ti lo que sea Hannie.→
←¿Puedes cuidar de Luam mientras yo no estoy?, Por favor.
Por supuesto mi cielo. Sabes que será más que un honor cuidar de Luam.→
←Muchas gracias de verdad Ángel, me salvas la vida.
Jajaja no hay problema.→
←Recuerda que tienes que tomar tu botella exactamente a las 6:00 de la tarde, ni una hora más ni una menos.
Entendido.→
←Los pañales están en el estante del armario de Luam. El agua para tomar un baño debe estar tibia, no muy caliente o fría.
Descuida amor, puedo hacerlo.→
←Lo siento es que estoy estresada por una reunión muy importante. No quiero que algo les pasé a ambos.
No pasará nada. Además recuerda que yo sé de niños.→
←A veces olvido que eres doctor. De verdad gracias Ángel.
Recuerda que, siempre que me necesites te ayudaré, Me gusta cuidar de Luam.→
←Si, a mí también. Entonces me voy, nos vemos más tarde amor. Te amo.
Yo te amo más.→
←Eres un amor, por eso te amo. Adiós.
Hasta más tarde, adios.→
Llamada finalizada.
Introduje la llave en la puerta del departamento. Inmediatamente puse un pie en mi departamento la voz de luam captó mi atención. Por suerte tenía en casa dos empleadas. Estas cuidaban de luam mientras Hannie y yo trabajábamos.
Camine hasta donde provenían los llantos. Era desde la habitación de Luam.
La escena me pareció graciosa. Pues mis empleadas trataban de calmar a Luam, pero esta no tenía intención alguna de callar sus llantos. Decidí que era hora de intervenir y terminar el sufrimiento de mis empleadas.
-Yo me haré cargo, descuiden.-Ambas me miraron entre sorprendidas y avergonzadas.-
-Señor Brooks... Lamentamos que viera eso.-Negué con la cabeza.-
-Descuiden.-Sonreí.-Pueden retirarse.-Ellas asintieron al mismo tiempo en el que yo tomaba a Luam en brazos.-
Su llanto paró, a cambio hacía pequeños pucheros, mientras abría y cerraba su pequeña manito. Y me miraba atenta.
-Ya paso pequeña. Ya estoy aquí.-Luam me mostró una sonrisa sin dientes. Es casi como si ella entendiera lo que dije.-
-Dios mio es adorable.-Escuche decir a una de mis empleadas.-Es usted un buen padre.-Nuevamente sentí raro en mi pecho.-
«Un padre...Luam me ve cómo su padre.»
La idea me gustaba cada vez más.
Y esa idea no abandona mi cabeza por unas largas horas. Me había divertido bastante con Luam. Al momento de darle de comer fue un desastre, no quería comer la papilla de manzana y es que siempre ocurría algo. Luam quería comer por sí sola, y cuándo ya casi no quedaba nada dejó que la ayudará con la comida.
Al final estaba hecha un desastre, junto con su silla para bebés. Tenía que darle un baño y limpiar todo. Ya que le había dicho a mis empleadas que podía encargarme sólo.
Ojalá no hubiera dicho eso.
Fue más difícil de lo que pensé darle un baño a Luam. Puesto que cómo empezaba a crecer su curiosidad también lo hacía. Empezó a chapotear y a tirar agua con sus bracitos. Tanto, que yo no me salvé y terminé mojado.
Ponerle la ropa no fue tarea fácil. Me estaba discutiendo mentalmente si tenía que ponerle un mameluco o dejarla en pañales. Lo último se escuchaba mejor debido a que hacía calor, pero luego recordé que la noche llegaría y con ella el frío.
Al final la dejé en pañales y luego al momento en el que las seis de la tarde llegaron le puse el mameluco color amarillo pastel que Hannie solia ponerle, ya que al parecer ese le gustaba mucho.
Poco después deje a Luam dormida plácidamente en su cuna. Se veía adorable, sus cabellos crecían con el paso de los días. Sus mejillas estaban tan gorditas y rosadas.
Había cambiado desde ese primer día en el que la vi nacer. Tan pequeña y frágil luchando por su vida.
Ahora tenía un largo camino a recorrer. Hannie y yo estaríamos con ella, apoyándola y amándola, siempre.
Sé que así sería.
(...)
Suspire y me senté en el sillón. El resto del día fue agotador. La había pasado con Luam, no dudaba que cuando fuese más grande sería una niña muy sociable y tierna. También muy hermosa cabía decir.
Ahora se encontraba dormida. Hannie me había avisado que llegaría pronto. Por lo que alcance a pedirle a una de mis empleadas que preparara la cena. Luego pudieron retirarse.
Mientras tanto encendí el televisor y vi las noticias. Lo que me llamó la atención fue ver algo sobre un casino.
"En otras noticias el famoso hotel Lotto y el casino Loudred se han visto envueltos en el escándalo más grande hasta ahora.
Según parece el casino estaba envuelto con drogas, lavado de dinero y tráfico de gente.
Mientras que el hotel se encargaba de recibir narcotraficantes, mafiosos entre otros.
Los hermanos dueños del hotel y casino lo han negado. Estaremos informando si algo más llega a descubrirse. "
Hice una mueca. Ese escándalo parecía más para una novela sacada en inspiración de la vida real. Suspire, qué remedio.
Mi atención fue a parar al timbre de la puerta. Me levanté y caminé hasta la puerta, miré por el ojo de esta y vi que era Hannie. Sonreí y abrí.
-Ángel.-Me sorprendí ya que Hannie se había lanzado a mis brazos. Casi sollozando.-
-Hannie, ¿Que sucede, estas bien?-Pregunte.-
-Estoy bien.-Dijo.-Solo pensé que alguien me seguía.-Acaricie su espalda con mi mano. Eso pareció calmarla.-
-Todo esta bien amor. Yo estoy aquí.-Escuche como suspiró.-Lo mejor sera que descanses preciosa.-Ella asintió.-
-Sí tienes razón.-Susurró. Tomamos camino a la habitación. Y debía admitir que eso que dijo Hannie me preocupó. Esperaba y no fuera nada.-
Me volvería loco si algo le sucede. A ella o a Luam.
Negué con la cabeza. No era momento para pensar en cosas malas.
Una vez que Hannie y yo estábamos en la cama, la abracé y dejamos que el sueño se apodera de nosotros.
O ese era el plan hasta que escuchamos un llanto cargado de atención.
Luam se había despertado.