Capítulo 13.

1422 Words
Connor Petrova –Connor .–Su voz risueña me saca una sonrisa –Connor .–Escucho su hermosa risa. ¿Quién es ella? ¿Por qué su voz me parece conocida? –Connor, nunca me dejes .–Veo su visible puchero. Abro los ojos cuando el sonido de mi despertador suena, me los tallo y veo la hora, ocho de la mañana, me estiró y me estabilizó cuando estoy por caerme de la silla. Niego y me levanto anoche me dormí haciendo tareas, quería terminar todo y tener el día libre hoy, jueves ya que no trabajo y tampoco tengo clases. Nueve de la mañana. Mi celular vibra lo abro, observando un montón de mensajes de mi chica, ayer cuando se fue me sentía vacío. Los leo todos y sonrió, pero cuando llegó al final me preocupé mucho. –Voy para tu casa, rojito – No, no, no ella no puede venir. Me levanto de un salto y salgo rápidamente de mi habitación, justo cuando estoy por dar un paso el sonido del timbre me paraliza. Rubén, se levanta del sofá y se acerca, trago con fuerza cuando la abre, mi corazón se para cuando veo el n***o de su cabello y su hermosa sonrisa que no aparta de su rostro. –Hola .–Soy voz se escucha firme –¿Está Connor? .–Ella pregunta, pero lo que me deja descolocado es cuando se baja sus lentes de sol con su sonrisa pero firme. Sus ojos, hoy están diferentes. –Si, está .–Él se hace aún lado dejándola pasar, quedó frío en mi sitio –Puedes pasar, está su cuarto— Saliendo de mi ensoñación corro a mi cuarto no se que más le dice, solo me paseo de un lado a otro hasta que escuchó dos golpecitos. –Pasa .–Ella se adentra y lo primero que mis ojos captan son sus hermosos ojos que hoy están diferentes. –Hola, rojito .–Se acerca y planta un delicioso beso en mis labios. –Y-o este…. Es de-cir, h-ola .–digo con nerviosismo. Ella se ríe y mis mejillas se tornan rojas. –¿Estás molesto conmigo? Ya sabes por qué vine, es que te extrañaba mucho .–Me hace un puchero muy tierno. Niego. –No, es que .–Niego y le sonrió –Nada, yo también te extrañaba y eso que ayer te vi.–Confieso. Ella sonríe ampliamente para luego posar su mirada en mi mesa con el montón de libros. –Te interrumpí, yo lo siento .–Baja la vista y rápidamente niego. –Para nada, ayer terminé todo .–Me rasco la nuca nervioso. –Perfecto, ¿Y qué estudias? .–Se acerca a los cuadernos. –Mmm .–digo embelesado en cómo ella se mueve tan delicadamente .–Eh, yo est-udio, Administración de empresas— Leyssi se acerca, pero hay algo que no me cuadra, las maneras de ella tomar los cuadernos, la forma de hablar es distinta menos fluida, como si le costará. –¿Estás bien? .–Leyssi levanta la vista de los cuadernos y asiente. –¿Sabes?e Eres mi novio y sé muchas cosas de ti, pero menos tu edad .–Ella me dice y el rojo vuelve a mi rostro. –Yo te-ngo Veinte años.–Ella asiente y sonríe. –Yo tengo diecinueve años.–Tragó con fuerza y me acerco a ella. Su delicioso olor me embriaga, durazno, con los nervios a flor de piel la abrazo por detrás. Escucho un ronronea y me separé de ella. –Yo lo siento .–Ella se apena, y sus mejillas se tornan rojas. Me agachó dejando un beso en su mejilla derecha. Ella se aleja de mí y me besa delicadamente, sonrió con las mejillas sonrojadas y empiezo a recoger todo. Al momento de levantar un cuaderno quedó tieso, frío al ver el nombre de mi chica en el. Leyssi y un corazón, esa es mi letra y recuerdo perfectamente cuando pasó. La veo concentrada en una foto y trago fuerte. –Ella son mis hermanas, Cleo y Cloe .–digo y un nudo se forma en mi garganta. –Son hermosas .–Ella asiente. Cierra los ojos un momento y luego los abre. Ella está actuando muy raro. –¿Cleo, está durmiendo? .–Asiento. –Ella hoy no tiene clase y duerme hasta tarde.–Le explico, estoy esperando el momento donde ella me pregunte sobre Cleo pero no lo hace y lo agradezco. Ella me mira y se acerca, me besa delicadamente, le sugo el beso que poco a poco va subiendo. Ambos nos separamos por falta de aire y ella me sonríe. Amo su sonrisa. –Por cierto .–Ella se acerca a mi mesa de noche y me extiende una bolsa –Para que coman— Ella me la extiende estoy por negar pero el delicioso olor de la comida me lo impide. La miro y ella me sonríe pero hay algo en ella que se me hace diferente, es como si fuera otra personalidad. °°° No sé qué horas y no me importa, solo con estar con ella me basta, me río por sus locuras y sus bromas o sus anécdotas de cuando era pequeña. Todo mi ser grita que ella es la indicada y se que es así y más al verla abrazando a Cleo que se encuentra dormida en su brazos. El sol hace rato que se escondió pero ella no se fue, hicimos comida aquí tranquilamente ya que ese hombre se fue. Todo con ella es diferente puedo estar tranquila, relajado, feliz por ella, ella llena mi corazón hace que la tristeza que alguna vez tuve se esfumará. –Si, cuando conocí a la novia de mi hermano no fue en un buen momento. –Comenta y río con fuerza. Ella se limpia sus lágrimas debido a reír tanto. –Rojito .–Ella me mira y tragó con fuerza –Eres lo mejor que me a pasado en la vida, sabes me haces sentir completa— Ella se acerca y deja un beso en mis labios, aún sigue actuando raro en varias ocasiones las cosas no le salen naturales y eso me desconcierta. –Tu igual a mi, Leyssi .–Con muchos nervios y las mejillas sonrojadas me acerco a ella y dejo un beso en su frente. Todo con ella es tan natural, nada forzado ella no me obliga a nada es como si fuéramos a mi tiempo pero también al de ella. Todo esto me gusta y asusta, me asusta que todo acabe, que ella se de cuenta que yo no soy nada, que no valgo nada y se vaya con alguien mucho mejor, con alguien que la merezca que sea de su nivel. No alguien como yo. Con los ojos extraños, con el cabello rojo y leves pecas en mi rostro, flacucho y sin gracia. No soy nada, ella merece lo mejor. Pero voy a disfrutar todo por ahora, como si no hubiera un mañana, ella me hace feliz muy feliz. –Connor, yo jamás te cambiaría te esperé por años, no podrías ser mucho más de lo que me imaginé y soñé .–La miró y sus ojos brillan, su mirada me transmite que no miente. –Leyssi, y-o .–Ella me calla con un leve beso. –Solo no digas nada si, luego entenderás muchas cosas .–Asiento confundido. Ella baja la mirada. –Leyssi .–La llamo pero no me responde –Oye.–Me acercó preocupado. Ella saca su teléfono y lo que ve la asusta. –Me tengo que ir, algo malo pasó en mi casa.–Sus manos tiemblan y se agarra el pecho. –¿Te duele? .–Ella asiente y respira profundo. –Mis hermanos y yo, tenemos un lazo muy estrecho, Rojito y si alguno de ellos están mal él otro lo siente .–Hace una mueca y coloca a mi hermana en la cama –Debo irme–Me acerco a ella y levantó su rostro. –Está bien .–Ella asiente y dejo un beso esos labios. Ella se aleja de mí y me da una última mirada y abro los ojos. Sus ojos por un momento fueron rojos. Tragó con fuerza cuando me veo solo. Hoy ha sido un día extraño.
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