Leyssi D'Luca.

Capítulo 8. Maratón 2/5

Leyssi D'Luca.

Con mucho cuidado de no ser descubierta, lo sigo silenciosamente, tengo que protegerlo ahora que ya se quién es.

Connor Petrova

Mi mate.

Un pelirrojo, con leves pequitas en su nariz, es alto, mucho más alto que yo y bajita no soy, sus brazos, ¡que brazos! se le nota esas venas, no están musculoso pero él es perfecto en todos los sentido y es todo mío.

«Nuestro –ronronea Maya.

Lo sigo cuando veo el bosque que rodea su casa me meto en el, viendo como se paraliza y respira profundo para internarse en su casa, la conexión de mates está haciendo efecto ya siento leve sus sentimientos.

–Mmm… ¿Cómo sera cuando en su cuello ponga mi marca? –Mi cuerpo se estremece de anticipación.

Siguiendo su olor rodeo su casa hasta dar con la parte trasera de está, deslizó mi ropa fuera de mi cuerpo, dejando a Maya que salga.

Nos tiramos en el suelo con nuestras patas debajo de nuestra cabeza.

«Tenemos suerte –Maya ronronea cuando el viento trae el delicioso olor de nuestro mate –Menta y jengibre, delicioso –Damos un suspiro largo.

Narrada la autora.

La luna brilla majestuosamente todo su alrededor, el viento sopla con mucha más fuerza trayendo consigo el delicioso olor.

Los cantos de las hadas se empieza a escuchar, las mariposas y las luciérnagas salen de sus escondites para bailar, uniéndose en una armoniosa danza.

La luna brilla con mucha fuerza, aquella Luna se llena de esplendor, los animales salen de sus escondites rindiendo tributo, su creación se convierte en lobos aullando con regocijó.

La diosa luna sonríe de emoción al encontrarse, por fin, hace que el viento sopla lento dándoles la bendición.

Hunnter, en su cuarto cierra los ojos al sentir la suave acaricia en su mejilla, ronronea delicadamente.

Lágrimas empiezan a mojar sus mejillas, toma las manos de su hermano Ethan, apretandolas.

Pronto siente los brazos de sus hermanas, arrullandolo calmando el dolor que se instalo en su corazón.

La diosa su abuela le sonríe dándole otra acaricia con el viento.

–Pronto –Susurra.

Melody se estremece, Maeson que llega justo en ese momento abraza a su hermana, los tres hermanos rodeando a Hunnter que se encuentra con la cabeza apoyada en la cama velando los sueños de su hermano Ethan.

La energía de la naturaleza aumenta.

–Leyssi –Susurra con una sonrisa llena de orgullo su madre la luna Emma.

–Lo encontró –El Alfa Axel, abraza a su esposa, su mate, sintiendo su corazón llena de alegría.

Leyssi D'Luca.

Cierro mis ojos al sentir la naturaleza viva, levanto la vista viendo aun pelirrojo en el tejado.

Mis sentidos aumentan, doy un suspiro largo cuando logro observar sus ojos.

Esos preciosos ojos.

Uno de ellos, como una noche sin estrellas y en el otro una con muchas estrellas una perfecta combinación, están armoniosa que calma mi agitado corazón y el torbellino de pensamientos.

Maya, empieza a caminar sintiendo los nervios de punta, cada paso que damos los latidos de nuestro corazón aumenta.

Él nos mira, el temor llena su cuerpo, nos acostamos metiendo nuestra cabeza en medio de nuestras patas, con cuidado, Connor, se baja del techo llegando a nuestro encuentro, solo dos pasos nos separan de él, gimoteamos para que no nos tema.

Nos arrastramos y damos un ronroneo cuando siento sus caricias en nuestra cabeza.

–Hola lobito –dice, su voz ronca pero suave hace estragos en mi.

Maya, y yo bufamos, levantarnos y nos volteamos dándole la espalda claramente ofendidas.

–¿Lobita? –damos media vuelta y sin medir mucho nos lanzamos encima de él cayendo al suelo, sin esperar mucho lo empezamos a lamer.

«Delicioso –Ronroneo estando de acuerdo con Maya, es muy delicioso.

–Eres hermosa –le escucho decir, dejo de lamerle para sentir sus caricias –Muy hermosa –Ronroneo por lo bien que se siente –Esto es de locos –Da un suspiro largo.

Me restriego en él, dejando mi olor, llevo mi hocico a su cuello, siento como su cuerpo se estremece, lamo justo en el lugar donde mi marca va a estar, su pulso se acelera pero no se aleja de mi.

Restriego mi nariz por todo su cuello llevándome por su olor.

–Mío –reclamo –Mío –gruño, pronto será siendo humana.

–Tu pelaje es muy suave –le doy otro languetazo en su mejilla oyendo su risa ronca –Me tienes todo babeado –Se queja pero sigue riéndose –Esto tiene que ser un sueño, estoy con una loba mucho más grande que yo, y es técnicamente imposible y no me están comiendo—

«Si supiera que lo vamos a comer pero en otro sentido –Maya me dice y no puedo evitar reír.

Él me mira a los ojos, sus ojos herecromaticos brillan, y puedo ver los míos reflejados en ellos.

Me levanto saliendo de encima suyo, miro hacia el bosque con desgana tengo que volver. Lo miro viendo que él ve también hacia el bosque.

–Tienes que irte ya –No pregunta pero de igual forma asiento –¿Me entiendes? –Me quedó quieta, solo por hacerlo volver loco –Estoy loco, hablando con una loba –Me acerco a él lamiendo su mejilla –Espero verte pronto –Me da una leve caricia.

Corro hacia el inicio del bosque me volteo viendo que Connor aún me mira con alegría y nostalgia, damos un aullido fuerte emprendiendo nuestro camino.