Leyssi D'luca.
Mi respiración es un caos, mis sentidos están descontrolados, mi vista nublada y está maldita sensación me nubla.
Lo necesito.
Necesito a Connor.
Pero él no sabe lo que soy, no puedo hacerle eso.
–Era eso o violarlo .–Apenas le logró decir a mi hermano.
Lo que sea que él me haya dicho yo solo lo escuché como un susurro, lo deseo, deseo poder pasar mi celo con mi tierno mate pero no puedo.
«Leyssi .–Gimotea con dolor, Maya.
No lo miro, cierro mis ojos, porque si lo miro soy capaz de bajarme de la camioneta y hacer muchas cosas de las que seguro, me arrepentiré luego.
No sé cuánto, pasa solo siento como mi padre me deja con suavidad en el suelo frío, levanto mi vista y lo intentó enfocar.
–Papá .–digo y suelto un sollozó, esto es horrible.
–Tranquila .–Me da una última mirada y se aleja.
Me levanto y arremeto contra la celda, pero no hago ni un rasguño.
Cuando me doy cuenta estoy en cuatro patas arremetiendo contra ella, pero no hago nada de daño.
Los olores de los demás lobos me perturban, solo lo quiero a él.
Aulló volviendo a mi forma y humana, Maya, se remueve en mi interior, mi mente viaja a sus deliciosos labios, sus dedos largos y esos brazos que cuando se flexionan y muestra sus venas.
Bajo mi mano, dejándome llevar por su recuerdo, suelto un jadeo cuando palpo mi intimidad húmeda, abro mis pliegues y acaricio mi clítoris, mi respiración se descontrola aún más, solo quiero su pene.
Gimo, cuando introduzco un dedo en mi interior pero eso no hace nada, no me alivia.
Introduzco otro y masajeo mi clítoris, meto un tercer dedo obteniendo un poco de alivio.
Meto y saco, con mi otra mano masajeo mi clítoris llevándome una deliciosa tortura.
–Connor .–Gimo desesperada por él.
Aceleró mis movimientos, explotando.
Me remueve y hago fricción con mis piernas cuando el dolor vuelve.
Lo necesito.
Aulló con fuerza.
–Leyssi .–Su voz en mi mente me tortura.
–Leyssi .–dice en un gemido.
Lloriqueo y me remuevo.
°°°
No sé qué día es, solo sé que la semana ya pasó, me intento levantar, pero mis piernas no dan, abro mis ojos enfocando todo y los olores de los demás lobos me abruman.
Mi cuerpo tiembla, cuando con ayuda de la pared me levanto, miro una de mis manos que tiembla mucho y yo solo suspiro.
–Maya .–La llamó, ella solo me mira y con mucho esfuerzo se da la vuelta, su pelaje apagado y su cuerpo débil.
Suelto un suspiro.
Debo estar igual a ella.
Varias veces Maya, salió a la luz para intentar salir de aquí, pero era en vano este lugar tiene un hechizo muy fuerte.
La bruja de la manada es una de las pocas brujas descendiente de la primera que existió, es demasiado fuerte.
Estando en todos mis sentidos con mucho esfuerzo podría haber salido, tal vez sí, aunque ahora no lo veo de esa forma, no solo tiene un hechizo por ella, también mi madre y mi tío pusieron algo.
–Cariño .–Levanto mi vista y me encuentro con mi madre, ella me mira y su cara denota preocupación.
–Estoy bien mami .–Intento darle una sonrisa que sale más una mueca, doy un paso pero mis piernas están muy débiles, se doblan cierro mis ojos para recibir el impacto pero este nunca llega.
–No te esfuerces .–Me dice con delicadeza.
Asiento, mis ojos pesan, oigo otra voz pero estoy muy cansada.
–Papá .–Ronroneo feliz cuando su calor me embriaga.
–Tranquila, cariño, aquí estamos para ti .–Doy un largo suspiro.
–Connor .–Susurro.
–Él está bien, algunos vampiros lo cuidaron junto a la mate de tu primo .–Asiento y me dejó llevar por su calor.
Bostezo y me remuevo en una superficie blanda, llevo mi mano a mi cara y la descanzo en mis ojos.
–Callense .–Gruño, cuando escuchó una risas.
Ahogó un gemido lastimero y me volteo quedando boca abajo.
–Déjenme dormír .–Levanto mi mano y lanzo una almohada.
–Leyssi .–Bufo y con mucho esfuerzo me levanto de la cama, observando a mis dos hermanos menores a mi lado con una sonrisa en sus rostros.
–¿Qué? .–Los miro mal y bostezo.
–Deberías darnos las gracias, te dimos de nuestra energía y te hemos estado cuidando estos días .–
¿Días?
«¿Ese mocoso dijo días? .–Maya se remueve.
–¿Cómo qué días? .–Los miro.
–Si .–Ellos asienten –Estuviste dormida después de la semana exactamente tres días.–Miro a Melody alarmada.
Connor.
Intento bajar de la cama pero ellos me detienen.
–No puedes, te dimos de nuestra energía pero aún no comes .–Los miró y bufo, hago caso omiso pero cuando mis pies tocan el suelo la puerta del cuarto es abierta.
–Ni se te ocurra, Leyssi Katlin D'Luca Collins.–Me detengo y subo mis pies de nuevo a la cama.
–Así está mejor .–Asiente, se acerca con una bandeja.
Me acomodo en la cama y dejo que ella me de la comida.
Miro el resto del cuarto y frunzo las cejas al no encontrar a ninguno de mis otros hermanos.
Una corriente llena mi cuerpo.
–Leyssi .–La risa de Connor me llena.
–Connor, atrapame.–Río y corro lejos de él.
Niego y miro a mi madre que me ve expectante.
–¿Hunnter? .–Ella me pasa el vaso de jugo y suspira.
–Esta con su mate –
–¿Cómo? .–me doy por el pecho al atorarme.
–Si, él me llamó estando en la semana de celo.–Abro la boca cuando llena la cuchara con sopa –Y me dijo que su mate lo necesitaba, que ya sabía quién era, así que lo deje irse.–Asiento y trago.
No preguntó más nada.
Jannesa, de seguro está con Logan y Ian, ella siempre quiso pasar su celo con ellos desde siempre y ahora por fin lo logró. Vaya que tiene suerte, mi abuela le da las mejores batallas a sus guerreras más fuertes.
Mi madre sale del cuarto llevándose con ella los revoltosos de mis hermanos, me levanto y me doy un baño rápido.
Al ya estar lista salgo de la casa.
Camino hacia el garaje y saco mi moto, la enciendo y salgo a toda velocidad.
No pasa mucho cuando divisó la casa de mi Connor, sonrió y me bajo.
Tocó la puerta.
–Connor .–Le sonrió, pero él no me devuelve la sonrisa.
–Leyssi .–Evita mi mirada.
El olor de esa sirena llega y gruño.
–¿Qué hace ella aquí? .–Aprieto mis manos.
Lo miro y lo huelo.
No, él no huele a ella.
Me acerco a él y le doy un beso, un beso que él mismo profundiza, pero el sabor de esa sirena hace que me separé de él.
–¿Te beso? .–Tragó con fuerza.
–Déjame explicarte –
–Adiós, Conito .–Ella se acerca y dejando un poco en los labios de él, la respiración se me atasca.
«Déjame salir .–Maya, gruñe enojada.
La miro y le sonrió en su mente.
La sirena se aleja, le doy una última mirada a Connor y me alejo de ahí.
–No ñ, espera déjame explicarte .–Toma mi muñeca y me jala a él –Por favor déjame explicarte .–Intento alejarme de él, pero su dolor llena mi cuerpo y hace imposible mi escape.
–De acuerdo –
Lo sigo hacia adentro, él me guía hacia su cuarto y mi cuerpo se tensa al pensar que ellos dos estuvieron aquí solos.
–Solo estuvimos en la sala .–Lo miro.
–Te escucho .–Me siento lo más alejada posible de él.
Estoy muy enojada y dolida.