Connor Petrova.
Recojo la última botella de cerveza, doy un suspiro y me limpio el sudor de mi frente, le doy una rápida mirada a Rubén que duerme en el sofá con una de sus mujeres y sacó rápido mi móvil.
Suspiro y lo guardó de nuevo.
Leyssi no me ha respondido ninguno de mis mensajes desde aquella vez que actuó muy extraño y se tuvo que ir por problemas, eso fue hace exactamente una semana.
Una semana sin saber nada de ella.
Sin saber si está bien.
O si está enferma.
¿Lo estará?
«No seas bobo, ella no se enferma .–
«¿Tengo razón no? –
«Claro que si, ahora sigue con lo tuyo que yo nunca he hablado –
Y eso es otra cosa extraña, desde que mi chica apareció hablo conmigo mismo.
¿Estoy loco? Si probablemente.
Ya que también siento presencias extrañas cuando duermo, como que me vigilan.
Si ese hombre se entera de seguro y no desaprovecha la oportunidad de mandarme a un psiquiátrico.
Bufo.
Sigo con lo mío y dejó su desayuno tapado en la mesa y la de esa mujer.
No critico a nadie seguro ese es el único trabajo que ella logra conseguir.
Llevo el de mi hermana y empiezo a caminar rápido cuando veo que se empieza a levantar.
Odia que lo primero que él vea sea a mi, me observo en el espejo y sonrió un poco sintiéndome por primera vez en veinte años muy bien.
No tengo miedo, no me siento extraño, ni raro por el color de mi ojos.
Me siento bien.
–Hola, preciosa .–Entro y dejo un beso en la coronilla de Cleo, ella solo sonríe y continúa dibujando.
–¿Qué haces? –
–Estoy haciendo un dibujo de nosotros juntos Leyssi y Cloe .–Me muestro y sonrió enternecido.
–Es muy hermoso .–Cleo me sonríe abiertamente fallado los primeros dos dientes de adelante, sus mejillas se tiñen de rojo.
–Me voy tengo entendido que un artista necesita de paz .–Ella asiente rápidamente
Ya en mi habitación me desnudo quiero darme un bueno baño.
–Hola rojito .–Salto del susto y me volteo rápidamente, Leyssi me ve sentada en forma de indio en mi cama sonriendome muy feliz–Continua no me molestas .–Se muerde su labio y mis mejillas se tornan rojas.
Con las manos aún temblorosas vuelvo a colocarme la camisa evitando su mirada.
–De-sde .–Me aclaro la garganta, mis manos sudan –¿Desde cuando estás aquí? .–Ella solo me mira.
–Desde hace .–Mira su reloj –Una hora .–Le sonrió nervioso.
–Me hubieras dicho algo o escrito .–Levanto mi móvil –Sabes que sirven para comunicarse, para no dejar a las personas preocupadas–Ella hace una mueca y baja la mirada apenada, maldigo por no morderme la lengua.
–Lo siento, rojito es que hubo mucho problemas en casa .–Me mira apenada.
–Tranquila si no me puedes decir no importa.–Claro que me importa.
–Si importa, los padres de mi cuñada murieron, ellos fueron asesinados por eso no pude venir en toda la semana .–Me acerco a ella.
–¿Tu estás bien? –
–Yo si lo estoy rojito, ahora que estoy contigo estoy mejor .–Deja un beso en mi mejilla y se acurruca en mis piernas –Esto es todo lo que necesito .–Suspira y ronronea, me quedo impresionado más no digo nada.
Ella se acomoda mejor, me acuesto a su lado pasando mis brazos pero su cintura y la atraigo a mi cuerpo.
Mi chica se voltea quedando ambos frente a frente, ella me regala otra hermosa sonrisa, levanto mi mano y acaricio su hermoso rostro.
Ella suspira con una sonrisa en sus labios, paso mi dedo por su nariz perfilada y pequeña, por sus pomulos sonrojadas, sus largas pestañas negras, bajo la vista a sus deliciosos labios rosaditos.
Ella abre sus ojos y estos brillan con intensidad.
–¿Estas bien? .–La toco cuando su cuerpo se torna caliente.
–Yo si... .–Ella respira profundo –Debo irme .–Se levanta rápido.
–Espera .–Tomo su muñeca y la jala –¿Que tienes? –
–Nada, estoy bien .–Ella se aleja de mi toque.
Sale de mi cuarto y voy detrás de ella corriendo, al bajar veo por todos lados y respiro tranquilo cuando no veo a nadie.
Mi cuerpo se empieza a calentar como si tuviera fiebre.
Ambos salimos a la calle y ella camina delante de mi de manera rápida.
–Leyssi .–La llamo no debo alejarme rápido.
Ella se para y suspira pesadamente.
Me quedo a su lado, y suspiro excitado por su delicioso olor más intenso.
A lo lejos una camioneta se acerca a nosotros, ella se acerca y un chico se asoma por una ventana con una sonrisa.
¿Él quien es?.
–Vamonos .–Antes de que ella se monte la tomo de su brazo.
–Por favor, llámame cuando llegues me preocupas .–Ella me mira y asiente, me acerco para dejar un beso en su mejilla pero ella me esquiva haciendo que mi corazón duela por su rechazo.
–Adios, Connor .–Me dice y trago con fuerza cuando se me forma un nudo.
–Adios, chico .–Él chico con pinta de ser un poco más grande que ellos se despide.
–Adios, amigo .–Llevo mi mirada al chico callendo en cuenta de que seguro él debe ser su hermano, se parecen mucho.
–Adios .–Levanto mi mano despidiéndome.
Doy media vuelta y trago con fuerza el nudo en mi garganta.
Ella me rechazo.
Leyssi me rechazo.
Una ola de calor se extiende por todo mi cuerpo hasta llegar a mi parte intimida, mi respiración se vuelve un caos y sudor empieza a bajar por mi espalda.
–Me iré por unos días .–Es lo único que recibo del hombre que dice ser mi padre
Yo solo asiento y corro hacia mi cuarto, me despojo de mi ropa con la respiración hecha un caos.
¿Que rayos me pasa?
¿Por qué de pronto tengo mucho calor?
Me introduzco al baño y suelto un jadeo cuando el agua hace contacto con mi piel caliente.
¿Que es esto?
«Te dará una pista .–Me susurro.
Me he vuelto loco.
«Se trata de algo que nos pasará cada mes, es algo sumamente delicado y se llama celo –
«¿Por qué? –
«Por Leyssi –
Libero un jadeo cuando su nombre retumba en mi mente, mi polla crece y mis pelotas duelen.
Bajo mis manos a mi polla haciendo presión en ella, cierro los ojos imaginándome que se trata de Leyssi.
Empiezo a subirla y bajarla lentamente, jadeo y gimo, me imagino que su tibia boca se ocupa de la punta y con una de sus manos cubre lo que no alcanza con su deliciosa boca mientras que la otra masajea mis pelotas.
–Leyssi .–Jadeo, cuando mi polla se tensa.
Aceleró mi mano cuando mi cuerpo se vuelve más caliente y la lengua de Leyssi me lleva a la gloria.
Me tenso y libero mi esperma que cae y se confunde con el agua.
Abro los ojos y me sostengo de la pared mientras me estabilizó, pestañeo varias veces para poder enfocar bien.
Y suspiro.
¿Que fue eso?
«Bienvenido a tu primer celo –
Termino de bañarme, pero ese intenso calor vuelve mucho mayor que anteriormente.
Mis mejillas arden, mis manos tiemblan y las imaginas de Leyssi, desnuda en mi cama envuelve mi mente haciendo que mi polla se pare mucho más.
Imagenes de ella en todas las posiciones posibles, amarrada para mí y solo para.
Jadeo y me agarró de la pared.
¿A qué no se lo esperaban?
Cómo sabemos, gracias al otro libro, Leyssi no pasó el celo con nuestro Rojito.
Y al ellos ser mates, Connor, tambien siente esos efectos pero nuestro dulce y tierno rojito no sabe de qué se trata.
¿Dulce, tierno? No tiene de nada.
Sera una larga semana para esos dos.
*Inserte risa malvada*.
Nos leeremos luego.
Los quiero mucho pecadorxs.
Hasta la próxima.
Besos con sabor a chocolate.
....