Narra Reinaldo San Sebastian es una extensión plana de pequeños árboles y arbustos achaparrados, interrumpida por carreteras, callejones sin salida y urbanizaciones. Las montañas se cernían en la distancia, escarpadas y picadas, con picos blancos y hermosas. —Son casi aterradores— dijo Micaela mientras nos adentrábamos más y más en el campo, rodeados de vallas y caballos ocasionales—.Tenerlos siempre ahí. —Probablemente te acostumbrarías—dije, pero sabía lo que quería decir. No había montañas como esas, no en nuestra ciudad. Ella hizo un sonido desdeñoso y miró por la ventana. Desde su encuentro con Lady Fluke, había estado extraña. En un momento, parecía particularmente comprometida (leer el prospecto de Alfredo, por ejemplo, casi la mareaba con el aburrimiento de la jerga financier