Narra Walter —Walter… —Mmm. Labios contra mi cuello. Suspiré. La sensación celestial de una lengua jugueteando con mi piel. —Has sido tan malo—la voz de una mujer. Familiar. —¿De verdad?—me retorcí, pero una mano delgada presionó mi pecho—.Tan malo, ¿eh? La figura sobre mí estaba oscurecida por la oscuridad, su imagen borrosa. Después pude distinguir los contornos de rostro. Los ojos de Carol atravesaron la penumbra como un fuego humeante. De repente sentí que sus caderas pesaban mucho sobre las mías. Su pelvis se mueve adelante y atrás sobre mí. Estoy duro. Se sentía tan mal y sin embargo... tan bien. Podría haber vivido el resto de mi vida debajo de ella, entre sus muslos. —Joder, Carol. —Eres tonto si crees que puedes resistir, Walter—me encantó el sonido de mi nombre saliendo