Mario Yo debería aprovechar todas las oportunidades, y probar de una vez esos labios, que me están enloqueciendo, Julia se deja achantar por momentos, quizás siendo mi esposa nadie más se atreva hacerle daño. —¿Le hace falta algo más por enterarse? —le digo a esa mujer, me vale si me ven como soberbio, los jefes no tienen que tener el mismo nivel de compasión que con un familiar, eso sería una idiotez y yo no voy a pasar por eso, tengo bastantes cosas por hacer además esta chica no disimula su interés, pero conmigo fallara las joyas baratas las detesto, Julia terminó siendo una excepción. —Tan rápido fue para conquistar a mi amiga, bueno pues ella sí facilita mucho las cosas, no me diga jefe que lo encontró en una de esas páginas, porque si hay hombres tan interesantes como usted desde