Miro hacia atrás, la casa no se ve tan lejos es poco lo que he avanzado, quizás terminare extraviada, pero sí llamó a mi mamá ella seguramente se va burlar de mí, por ser tan ilusa y caer supuestamente enamorada, escucho la bocina de un auto, posiblemente alguien me va ayudar, doy la vuelta y es Miguel es mi única oportunidad, porque evidentemente Mario no va venir por mí.
—¡Julia súbete ya! Sé que lo necesitas —Miguel me dice, se debió haber dado cuenta de todo, al igual que las otras personas que estaban ahí, luego de simular ser tan ideales, pasamos a hacer disparejos con toda esa discusión.
—Está bien —le digo, Miguel me abre la puerta, es otro auto muy lujoso si ellos tienen tanto dinero, porque buscan conseguir más con una empresa de la que se esfuerzan otros, guardó silencio y di
