Ya todos están acomodados y en silencio, nosotros éramos los del desorden, supongo que más de uno estiraba sus orejas para que todo fuera más claro, se levanta mi suegra ella con una copa en la mano y en la otra un tenedor el cual utiliza para dar unos golpecitos, se ponen de pie todos inclusive Mario que los sigue, hago lo mismo, me pregunto ¿cada cuánto será esto para así saber cuándo más tengo que ser hipócrita? es la ley en esta familia y ya estoy empezando aprender, ella va a dar como un discurso, y es que ya se está empoderando de toda esta situación, tal vez terminó siendo hasta el tema, sí por los pesares que le empiezan a la mamá gracias a que su hijito cayó ante mí que no tengo nada de alcurnia. —Todas gracias por estar aquí, me entusiasma demasiado saber que puedo contar con pe