La mano de don Carlos es alzada, está esperando que yo le entregué la mía, ellos bailan tan diferente a nosotros los que estamos como seres mortales jajaja, pero bueno al final de todo me conviene así no existirá contacto es poco agradable, sentir tan bien a un hombre que no me gusta y más con una música tan romántica, bailando con mi suegro, estoy hecha con esta suerte que me ganó, así que decido seguirle, estamos con ambas palmas pegadas, estiro un poco mi mano para que entre aire, y él la está impulsando para que así terminen estando muy unidas. —¿Qué es lo que pretende Julia? Conoces a mi hijo en una semana y ya te enamoras, no soy un idiota si tu intención es estar detrás del dinero, yo te puedo volver a decir asegurándote si lo deseas quedarías tú por Matilde, por Mario puedes estar