Demian Celine era puro fuego, un animal indomable. Y lo seguía siendo, solo se había rendido ante mí, pero una vez que la presione demasiado hiso lo más lógico, se fue. Yo también me hubiera ido. Ella y sus ojos azules podían verme, no al dominante, no al profesor. Podían verme a mí. Mijn lieve kat. Una vez que llegue a mi departamento ni me moleste en prender las luces, el vacio se sentia en cada rincon y aun podia sentir su aroma por todos lados. Mi cabeza vagaba en los recuerdos, en la mirada vacia de Celine mientras Mason le practicaba sexo oral. Ella me habia dicho que ese era su limite, que no queria eso para ella y aun asi lo habia hecho, sin embargo, no era aquella chica que habia conocido, poco a poco yo fui matando el fueo en sus ojos y aplastado su espiritu. Deje solo un