Capítulo 8-2

1226 Words
Salimos y llegamos al armario donde guardo los fermentos de masa madre. Alcanzo el pomo, pero dudo. —Nunca le he mostrado esto a nadie en realidad. No es que sea un secreto, pero a nadie le importa realmente. Este es el armario de la masa madre. Los mantengo todos juntos y los alimento a diario. Es mucho trabajo y la levadura no es cara, pero realmente disfruto haciéndolo —les digo y luego abro el armario. Mantengo aproximadamente una docena de fermentos en marcha en todo momento y con todos los invitados aquí en este momento, tengo mucho movimiento. Los estantes a la izquierda están llenos de frascos, mientras que los estantes a la derecha tienen cestas con masa de pan en crecimiento. —Todo esto es para el desayuno de mañana. Normalmente no tenemos tanto almacenado, pero lo usaremos para todos este fin de semana. —Wow —dice Chris mientras lo absorbe todo—. Esto es mucho pan. —Sí, lo es —coincido con él—. Hacer pan es una de las cosas que más amo. Como dije, no hay una ventaja financiera real en ello, simplemente me hace feliz. La masa madre tarda todo un día en fermentar, así que es un compromiso bastante grande. Probablemente no sea algo que quieras intentar desde el principio —digo, volteando hacia Chris—, pero si alguna vez decides hacerlo, solo avísame y te daré un poco de fermento. —Gracias —me dice con una amable sonrisa—. Realmente aprecio eso. Llevo a los chicos a la cocina de verdad y todo el personal está riendo, escuchando música y pasándola bien. —¡Hey Molly! —escucho que dice Callie y antes de que pueda responder, todos notan a Seth, bajan la cabeza y muestran sus cuellos. —No dejen que la fiesta se detenga por mi culpa. Molly solo nos está mostrando —les dice Seth tranquilizándolos. —Callie, ¿te importaría contarle al futuro Alfa Chris sobre nuestro programa de compostaje? —le pregunto antes de voltearme hacia los chicos—. Ella se hizo cargo de esto a finales del año pasado porque era demasiado para una sola persona y ha funcionado muy bien. Ha hecho un trabajo increíble. —Uhmm, sí Molly. Puedo hacerlo —dice, pero está muy nerviosa. —Hola, Caleigh. Soy Chris, el futuro Alfa de la Manada Crescent Moon. Molly me estaba mostrando cómo todos ustedes llevan a cabo un programa tan sostenible y me encantaría que me muestres lo que hacen aquí —le dice Chris después de darse cuenta de que está nerviosa. —¡Por supuesto! —le dice ella y comienza a contarle acerca de las latas que tenemos alrededor y cómo sabemos qué va en cada una. Realmente es la mejor en esto y la manada tiene suerte de tenerla. Chris se ha acercado y está haciendo preguntas a las que ella responde con tanta emoción, cuando siento una mano grande agarrar la mía. Levanto la vista y veo a Seth sonriendo hacia abajo. —Realmente amas esto, ¿verdad? —me pregunta. —Sí. No lo haría si no fuera así —le digo confundida. —Recuerdo que Rob me habló antes sobre cómo te encerrabas en la cocina para evitar a tu manada. Estaba preocupado por ti —me dice. —Probablemente tenía razón al principio. Me sentía mal porque siempre fui una carga para la manada y solo quería ayudar. Cocinar no requería que pudiera transformarme ni tener fuerza de lobo. Simplemente podía entrar aquí y estar al mismo nivel que todos los demás por una vez —le digo y es difícil abrirme así, pero me siento cómoda con él. Me dirijo a mi oficina y él me sigue, agarro una botella de vino, la abro y sirvo dos copas para nosotros. Él acepta una, pero no dice nada, esperando a que continúe mientras cierra la puerta. —No tuve muchos amigos cuando era niña. Los hijos de los lobos de clase alta se burlaban de mí por no ser lo suficientemente fuerte y los hijos de los Omegas tenían miedo de jugar con los hijos del Alfa durante mucho tiempo. Quedó cada vez más claro que no tenía una loba en absoluto y no me iba a transformar, las cosas empeoraron mucho y fue realmente solitario. La mamá de Oliver era maravillosa y nos dejaba jugar en su casa todo el tiempo y me enseñó a cocinar. Realmente me gustaba, así que cuando fui lo suficientemente mayor y me sentía inútil como nunca, decidí trabajar oficialmente aquí. —Me sorprende que tu papá te haya dejado —me dice con una sonrisa. —No estaba muy contento al principio, pero finalmente se relajó. Pero estoy bastante segura de que eso se debió a mamá. Ella sabía que estaba atravesando un momento difícil, pero no había realmente ninguna manera de que pudieran ayudarme —le digo mientras me siento en el borde de mi escritorio. Seth se acerca y coloca su mano en mi cadera—. Aprendí mucho una vez que todos se relajaron a mi alrededor. Estaban bastante nerviosos de tener a la hija del Alfa aquí, loba rota o no —le digo y él toma mi mano derecha, acariciando con sus dedos la cicatriz en mi palma—. ¿Te cortaste cocinando? —pregunta él. —No, es por mi adopción. Tu papá aprobó una adopción de sangre; son muy raras —digo, mirando mi mano. —Olvidé la adopción —me dice mientras sus dedos recorren suavemente mi cicatriz, la misma cicatriz que tiene toda mi familia. Es el único rasgo físico que todos compartimos—. Sabes que esto comenzará a desvanecerse después de que te marque, ¿verdad? —Sí —le digo tristemente. Realmente amo mi cicatriz. Me conecta con mi familia—. Pero eso solo sucederá si me marcas. Aún tienes tiempo para huir. Tiempo para encontrar a alguien mejor —le digo, mirando mi mano y sin atreverme a encontrarme con sus ojos. —Molly, te habría marcado en el momento en que te vi si pensara que estabas lista para eso —me dice y me quedo atónita por la convicción que puedo sentir en sus palabras—. Eres mi pareja. Fuiste hecha para mí —dice mientras lleva mi mano para besar mi cicatriz—. Lamento que tu cicatriz se desvanezca —dice y no sé qué decir, así que solo me apoyo en él en busca de consuelo. Justo en ese momento, Chris abre la puerta y entra a mi oficina. —Oh, perdón por interrumpir. Les dejaré. Callie se ofreció a mostrarme el exterior mañana por la mañana antes de irnos, cuando haya luz y podamos ver —dice—. Buenas noches, Molly, Príncipe Seth —dice rápidamente mientras se da la vuelta para salir. —Chris —Seth lo llama—. Por favor, mantén esto en secreto. Aún no estamos listos para que todo el reino se entere. —Por supuesto, Sus Majestades —dice mientras se inclina y se marcha. —Me gusta como suena eso, Sus Majestades —me dice Seth mientras pone su dedo debajo de mi barbilla y la levanta mientras se inclina y me besa suavemente.
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