La Loba Rota

Capítulo 5-1

Llegamos al jardín lateral de la casa donde se llevará a cabo la ceremonia en silencio. Todo el mundo está sentado y listo para comenzar y ambos tenemos asientos en primera fila. Seth continúa tomándome de la mano, guiándome hacia adelante cuando de repente me detengo y me niego a seguir.

—¿Estás bien? ¿Qué pasa? —dice con preocupación en su rostro.

—No puedo tomar tu mano. No pueden saber que soy tu pareja —le digo y aparto la mirada. No me querrá mañana o tal vez la próxima semana le caerá la ficha. No sé cuándo, pero en algún momento podrá ver más allá del vínculo y sabrá que puede encontrar algo mejor.

Lo escucho gruñir y se acerca a mí. Toma suavemente mi mentón y levanta mi cabeza para mirarme a los ojos. Seth comienza a decir algo, pero luego se detiene. Está erguido sobre mí y es intimidante, pero me siento segura con él. Probablemente solo sea por el vínculo.

—Está bien, Molly, no tomaré tu mano, pero eventualmente se enterarán. Ganas por ahora, pero HABLAREMOS de esto más tarde, esta noche —me dice y al final sus ojos muestran un destello de peligro. Me doy cuenta de que probablemente lo he lastimado.

—Lo siento, Seth. No es que no quiera ser vista contigo —comienzo—, pero eres el príncipe y si la gente lo sabe, se correrá la voz. Me lastimará cuando finalmente decidas rechazarme si todos lo saben —termino casi susurrando y me siento tan incómoda y vulnerable.

Su mano libre cae suavemente sobre mi cadera mientras la otra se posa detrás de mi cabeza y se inclina para besar mi sien.

—No cambiaré de opinión, pero no te tomaré de la mano en público por ahora. Después de la ceremonia podemos hablar de esto y resolver todo —suelta mi cabeza y mueve sus manos a mis caderas.

—Es Luna llena. Se espera que estés en la manada esta noche. No todos los días un príncipe elegante aparece en Lunar Falls —bromeo un poco con él.

—¿Y tú? No puedes estar sola.

—Normalmente me encierro en mi suite. Está cerca de la cocina en el sótano y justo enfrente de la sala segura por si acaso.

—¿Sola? —me pregunta Seth, con preocupación evidente en su voz.

—He vivido toda mi vida sin una loba. Esta no es mi primera Luna llena. A veces voy y me quedo con los niños pequeños que no tienen la edad suficiente para cambiar, pero creo que solo quiero estar sola esta noche —le digo con total sinceridad.

—Todavía tenemos unas horas antes de preocuparnos por eso. Ve a tomar tu asiento. Te seguiré en un momento —me dice Seth, soltando mis caderas, pero no antes de agarrar y apretar mi mano. Sinceramente, parece ser un hombre muy agradable. Le he causado más dolor de cabeza hoy de lo que valgo, así que hago lo que me dijo y me dirijo por el pasillo para tomar mi asiento.

Mi padre está sentado en su trono de Alfa en el escenario, mi madre de pie detrás de él y Robbie a su lado. Dado que es la sucesión del Alfa, ningún otro m*****o de la familia está en el escenario y estaré sentada sola.

Mientras camino hacia mi asiento, escucho los susurros comenzar. Me he acostumbrado a eso en mi propia manada y todos saben que tengo el oído de un lobo, sin embargo, parece que estos invitados no lo saben.

—Esa es la que el Alfa Bardulf encontró y adoptó sin tener loba.

—He oído que es humana.

—¿Creen que podría hacerla mi puta? Se ve demasiado bien como para desperdiciarla. Lástima que no sea una loba.

Y con ese comentario susurrado, siento una ira abrumadora, pero no es mi ira. No es como si no hubiera escuchado este tipo de comentarios antes. Me doy cuenta entonces de que son las emociones de Seth las que siento a través de nuestro vínculo. Sé que no puedo darme la vuelta y mirarlo, así que levanto la vista y veo a mi hermano que se dirige directamente hacia mí a toda prisa y a mi padre con una expresión asesina en su rostro. Robbie llega a mí y, para mi sorpresa, sigue adelante hasta un hombre más joven sentado donde acababa de pasar. Lo agarra por el cuello de la camisa y lo levanta.

—Sería prudente que recuerdes que ella es la hija de un Alfa —le dice Robbie y lo suelta sin ceremonias de vuelta en su silla. En ese momento, el nuevo Beta y Gamma de mi hermano se dirigen hacia nosotros.

Puedo sentir que Seth se relaja un poco, aunque todavía está muy enojado. George, el Beta de Robbie, me ofrece su brazo y me acompaña a la primera fila para sentarme junto a la Reina Audrey. Ambos inclinamos la cabeza hacia ella y hacia el Rey Peter. Ella se levanta y, para mi absoluta sorpresa, me abraza y me besa en la mejilla.

—Te ves absolutamente deslumbrante, Molly querida —dice en voz alta mientras me suelta, pero sigue sosteniendo mi mano mientras nos sentamos y me aprieta. Parece que todo el mundo en la habitación escuchó los comentarios. Huelo a Seth cuando se acerca y me doy cuenta de que estoy en su asiento justo al lado de su madre. Cuando me levanto para moverme, él niega con la cabeza y me hace un gesto para que me vuelva a sentar donde estaba.

El Anciano de la manada se levanta y se acerca a mi padre y a Robbie. Les da la bienvenida a todos y a medida que comienza, siento el brazo de Seth subir y descansar detrás de mis hombros mientras posa su mano en el hombro de su madre a mi lado. La Reina Audrey mira a Seth y sonríe antes de volver a dirigirse a mi padre y hermano. La ceremonia es hermosa. Sé que hoy es difícil para mi papá, entregar su manada a otra persona, aunque sea su propio hijo. Sé que Robbie lo hará bien y sus Beta, Delta y Gamma son todos grandes chicos y harán lo mejor para la manada. El Anciano instruye a todos a levantarse cuando papá se levanta y Robbie finalmente se sienta en el trono de la manada, convirtiéndose oficialmente en el Alfa Robert de la Manada Lunar Falls. Mientras me pongo de pie, siento que Seth pone su brazo sobre mis hombros y espalda antes de soltarme por completo, dejándome sentir de repente frío y sola. Hasta ahora, he evitado reconocer el vínculo, pero después de sentir la ira de Seth y la soledad al no sentir su contacto, es realmente difícil ignorar que está allí.

Todos en la habitación están mirando a mi hermano, así que aprovecho la oportunidad y extiendo mi mano izquierda lo suficiente como para encontrar la de Seth mientras él la envuelve con la suya y la aprieta suavemente. Es tan reconfortante y empiezo a pensar que tal vez, solo tal vez, podamos hacer que esto funcione. Mis padres comienzan a bajar del escenario y ahora me doy cuenta de que las personas podrían mirarnos, así que de mala gana suelto su mano.

Robert se sienta en el trono de la manada con sus hombres detrás de él y emite su primer rugido como Alfa, haciendo que todos, excepto la familia real y los Alfas presentes, inclinen la cabeza y muestren sus cuellos en sumisión. Sin embargo, noto que no me afecta, aunque siempre he respondido a los comandos de mi papá como Alfa. Supongo que Seth se ha dado cuenta porque se inclina ligeramente y, en susurros muy bajos junto a mi oído, dice:

 —Eres la pareja de un m*****o de la realeza. Los comandos Alfa no funcionarán contigo —definitivamente no era lo que esperaba que dijera.