Me despierto con Seth acariciando suavemente mi espalda. —Oye, tenemos que irnos. Suspiro, sabiendo que esto significa que definitivamente va a intentar entrar en las tierras de los renegados. —¿Estás seguro de que no hay otra forma? —pregunto, estirándome para despertarme. —Desafortunadamente, creo que esta es la más rápida —dice con un rápido beso en mi mejilla—. Rob y Albert vendrán aquí, desayunarán con nosotros, y saldremos antes de que todos arriba se den cuenta, con suerte. —De acuerdo. Me prepararé —le digo, levantándome—. ¿Hablaste con Oliver sobre traer el desayuno? —Tu hermano lo hizo —me dice, levantándose también. Entro al baño, voy al retrete, luego me lavo la cara y me cepillo los dientes lo mejor que puedo con una mano. Intento arreglar mi desastre de cabello, pero