—¿Podríamos hablar a solas por un momento? —me pregunta y no esperaba que quisiera, pero asiento. Lily aprieta mi mano y entra a su habitación mientras Alex se va afuera, cerrando la puerta tras de él—. ¿Te gustaría tomar asiento? —pregunta, señalando el sofá, y asiento. Me siento en un extremo del sofá y él se sienta en el extremo opuesto, dejando algo de espacio entre nosotros. —Eras muy joven cuando todo sucedió y yo estaba tan abrumado por el dolor. Vi la forma en que me miraste una vez que despertaste. No sé exactamente qué recuerdas, pero sé que fue cómo te culpé —me dice, y asiento, mirando hacia abajo a mis pies, mis ojos comenzando a llenarse de lágrimas. —Lo siento —le digo tratando de no llorar. —No era justo culparte. No merecías eso y no fue tu culpa —dice y mira el fuego