Me inclino hacia atrás bajo la rociada del agua y la dejo caer sobre mi cabello, suspirando mientras el calor recorre mis músculos adoloridos. Entre los cambios en mi cuerpo y las actividades con mi pareja, me di cuenta de lo cansada que estaba cuando me levanté de la cama. No es necesariamente malo, pero definitivamente fue inesperado.
Seth ha sido increíblemente amable y atento conmigo, y recuerdo ese momento en el que me dijo que solo es así conmigo. Aunque me resulta difícil creer eso de un hombre que pasó casi dos semanas arrodillado atándome los zapatos.
Levanto mis brazos para lavar mi cabello y mi espalda comienza a doler en los hombros. Giro un poco tratando de aliviar el dolor, pero no está funcionando. Escucho la puerta del baño abrirse y cerrarse, y Seth corre la cortina de l
