Asiento con la cabeza, pero cuando levanto la vista y me encuentro con sus ojos, no puedo evitar las lágrimas que comienzan a salir.
—Estoy intentando con todas mis fuerzas. Todo ha cambiado, o está cambiando. Ha sido realmente difícil.
Mi mamá deja los vestidos en las perchas y me abraza fuertemente.
—¿Qué está pasando en tu cabeza? Sé que Seth te ha estado hablando de muchas cosas, pero también sé que hay algo que no le estás contando.
—Siento que no soy yo misma —le susurro a ella y Audrey se acerca para poner su mano en mi hombro para reconfortarme también—. Ni siquiera me veo igual. Me preocupa que a Seth en realidad no le guste cómo me veo y solo esté siendo amable porque ahora está atado a mí.
Audrey suelta una risa bastante fuerte, bastante poco propia de una reina.
—Los soni
