—Hola, Amor —escucho decir a Seth y ahora está de rodillas en la cama, junto a mi papá, mirándome—. ¿Otro recuerdo? —pregunta y solo asiento con la cabeza, sin dejar de llorar—. ¿Nada bueno? —pregunta y solo niego lentamente con la cabeza, soltando la mano de mi papá y rodando lejos de ambos. Tirando de la manta hasta cubrirme completamente la cara, tratando de esconderme del mundo, pero esto no es mi hogar. Me siento tan incómoda aquí. —Y-yo q-quiero... irme —digo entre sollozos y lágrimas. —¿A dónde quieres ir, amor? —dice Seth, y puedo sentir lo preocupado que está por mí—. Te llevaré a cualquier lugar que quieras. Sollozo y pienso. Sé a dónde quiero ir, pero muchas personas me han estado mintiendo, y no sé qué hacer. Sage tenía razón, esto dolería. —¿La mamá de Oliver estaba en la