When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Él profundiza el beso y me acerca tanto a él que todo mi cuerpo está contra él. Mete su lengua en mi boca y suavemente me hace retroceder hasta que estoy apoyada en un árbol y él continúa besándome. Después de un momento, retira sus labios y apoya su frente en la mía, sin aliento. —Tenemos que seguir antes de marcarte aquí, y aún no ha salido la luna —dice, y todo lo que puedo hacer es asentir. Si me marcara aquí y ahora, no estaría enfadada. Me suelta y toma mi mano, esperando a que lo guíe. Seguimos caminando hasta que llegamos a un claro y aprieto su mano, deteniéndonos al llegar al prado. Esta mañana pensé que este lugar era el más hermoso de todos cuando el cielo estaba azul y el sol brillaba, pero me equivoqué. El sol se está poniendo y el cielo está pintado de rosas y naranjas. Es