Narra Fabián: La señorita Borja parece un ángel irradiando luz en la penumbra de los jardines. Me quedo viéndola de arriba abajo, sin duda mi hijo tiene un muy buen gusto, porque la condenada tiene un cuerpo exquisito, no es tan corpulenta como Beatriz, pero todo en ella es delicado y hasta los ademanes que hace reflejan la gracia de su persona. En otro momento y en otra circunstancia, no me habría perdido la oportunidad de disfrutar de un cuerpo como ese, pero… Mis ganas deberán ser saciadas en otro momento, porque no puedo quedar mal con ella y menos esta noche. —A usted poco debería importarle lo que haga o no. No es de su incumbencia — responde con acritud. Suelto una carcajada y doy una calada a mi puro. No puede negar que es la horma del zapato del bastardo hijo mío, igual de in