Narra Bianca: La brisa fría de la mañana choca mis contra las mejillas, pero no me importa, cualquier cosa es mejor que el encierro al que me han sometido dentro de mi habitación, incluso el fuerte frío que hace en los jardines de la casa, donde he pasado más de media hora desde esta mañana. Luego de la fatídica cena de anoche que pareció ser más una batalla que una reunión familiar, me encerraron en mi habitación y por suerte, me dieron desayuno esta mañana y tuve la opción de salir de mi cuarto, creo que por orden de mi madre. Claro que me han asignado a un carcelero que me sigue a todas partes de la casa, pero debo agradecer que por lo menos han flexibilizado mi castigo. Con las manos sumergidas en mi mullido abrigo rosa pálido, un gorro abrigándome la cabeza, jeans y botas, disfrut