El sonido de la alarma anunciando que ya amaneció me despierta, sonrió al ver a mi guapísimo jefe aún dormido en mi cama, la noche de anoche fue la mejor en toda mi vida, cuando llegó me asalto a besos, unos besos que me mantendrían con vida para siempre, estoy segura de que desde hoy no querré besar a nadie más que no sea él, luego de cenar nos dedicamos a platicar por un muy largo rato y pude conocer una faceta totalmente distinta de él, no niego que si suele ser arrogante pero anoche pude ver qué a pesar de toda esa coraza con la que se cubre tiene un corazón bondadoso, me habló sobre ayudar a personas de bajos recursos, de colaborar en la creación de un sistema eléctrico a bajos costos dirigidos a zonas rurales de distintos países, y lo mejor de todo es que si hubo otro momento de pas
