Lila, Caleb y yo pasamos las siguientes horas juntos. La verdad es que me lo pasé muy bien con ellos dos juntos. Me distraía y lo necesitaba de verdad. Muy pronto, mamá y papá llegaron a casa. Era muy tarde. Se ofrecieron a que Lila pasara la noche en mi habitación, pero ella decidió irse a casa. Llevo varias horas tumbada en mi cama. No puedo dormir. James sabe dónde vivo. Sabe cómo trepar hasta mi ventana. No puedo calmarme lo suficiente como para dormir. Cojo el móvil para ver la hora. Es la 1:32 a.m. Llevo más de dos horas intentando dormir. ¿Podré dormir alguna vez? Fui a mis mensajes de texto y mi pulgar se posó sobre el chat de grupo con los chicos. Si alguno de ellos viniera, seguro que me sentiría segura. ¿Pero realmente harían eso por mí? Suspirando, escribí un mensaje. Yo: