"¿Estás segura de esto?" preguntó Lila después de aparcar el coche.
Estamos en el aparcamiento del bufete de su padre. Estoy hecha un manojo de nervios. Siento que voy a vomitar en cualquier momento.
Asiento con la cabeza. "¿Qué le dijiste?" le pregunté.
Lila suspiró. "Bueno, le dije que necesitabas hablar con él, sobre algo que pasó, en privado. No le dije ningún detalle, aparte de que no quieres que tus padres lo sepan todavía". Ella dijo.
"De acuerdo. Entremos antes de que me acobarde". Dije.
Lila me guió a través del edificio. Intenté no pensar en la única vez que había estado aquí. Cuando llegamos al bufete, tenía un aspecto muy diferente al de antes.
Es cierto que antes no me fijé bien, pero antes habían cajas de papeles por todas partes. El lugar estaba vacío aparte de lo poco
