Leo alargó los dedos lo suficiente como para rozar apenas mi v****a. Después de darse cuenta de que estaba muy mojada, se detuvo. Las chicas parecían muy enfadadas. Se marcharon furiosas y Oliver se rió.
"Milo, ve a buscar las cosas de Millie del coche de Lila y llévalas a la habitación de Atlas", ordenó Leo.
"De acuerdo", dijo y luego se volvió hacia mí. "Hmm, nos vemos en un rato, sexy". Milo guiñó un ojo antes de alejarse.
"Oliver, ve a buscar una bebida para nuestra chica", ordenó Leo.
"Entendido", respondió Oliver. Se inclinó y me besó antes de irse.
Leo me llevó al sofá en el que estaba sentado cuando salí. Se sentó y me atrajo hacia su regazo. Oliver regresó con mi bebida un minuto después. Miré entre los dos mientras Oliver empezaba a acariciar mis piernas.
"¿De verdad no hac
