La siguiente semana de clase se me pasó volando. Parecía que mi nueva normalidad era pasar todo el tiempo con los chicos. Lila y yo seguíamos teniendo nuestro tiempo de mejores amigas, pero parecía que incluso ella y Caleb se estaban acercando cada vez más. Creo que pronto le dirá que la quiere, si no lo ha hecho ya.
Toda la semana había hecho todo lo posible para fastidiar a Milo y Leo. Era divertido. Bueno, molestar a Milo. Burlarme de Leo sólo me ponía más nerviosa. Al menos Milo se aseguró de darme seguridad. La única vez que Leo me dejó correrme, me hizo masturbarme mientras miraba. Era tan caliente.
Lo llevé a un aula vacía. Mi intención no era que me follara por primera vez allí. Sólo quería que me tocara. Leo había sido el que menos atención s****l me había prestado, y yo echaba
