Colate había subido a buscar a Susana, en realidad había recorrido toda la casa, pero cuando llegó a la habitación y no la encontró salió de allí hecho una furia, no podía asimilar que Susana no estuviera esperándolo como siempre, así que fue hasta la cocina a buscar a Irma para preguntarle dónde se encontraba su mujer. Entró en la cocina de forma tan violenta que Irma pegó un brinco cuando lo vio. — ¡Ay Dios mío señor Colate me asustó! — Dijo tocándose el pecho de la impresión. — ¿Dónde demonios está Susana? — La señora salió temprano a caminar. — ¿Cómo que a caminar? ¿De cuándo acá ella sale a caminar? ¿Caminar a dónde? — No sé señor Colate, sólo sé que me dijo que iba a caminar un poco. — ¿Pero acaso Susana piensa que ella se gobierna sola? Ella tiene que estar en su casa como lo