Aquel jueves me levantaba con pesades de la cama. Sentía dolores inimaginables además de que mi cabeza me daba vuelta, que mala suerte era tener una resaca. Tras ducharme y bajar noto a mi padre el cual tomaba su taza de café. Este usualmente me saludaba con mucho amor, pero aquel día parecía ser un tempano de hielo. Mientras tomaba un poco de la refrigeradora este por fin hablo. -Anoche te trajo un hombre en brazo, dijo que tomaste demasiado en la despedida de soltera. -¿Magnus me trajo? Vaya…no lo recuerdo. -Alexandria, eso pudo ser peligroso, no sabes los casos de mujeres que he tenido que atender, y si en ese caso tu eres la siguiente no lo soportaría. -Lo siento papa…no volverá a pasar, lo prometo. -Bien, por cierto, quien era ese hombre. -Si es Magnus, el es el hermano de Carol