Mi espalda se arqueaba dejándome saber que estaba a punto de explotar, todo mi cuerpo se tensaba mientras escuchaba a Magnus golpearme de nuevo suavemente en el clitori lance un suave jadeo. -Voy a correrme. -No puedes, ruégame que te deje correr. -Te lo pido por favor, puedo correrme. Noto como la bandana de mis ojos fueron retiradas y puedo ver a un Magnus con unos ojos totalmente oscurecidos llenos de deseos. -Di, Magnus mi señor, quiero permiso para correrme. -Ma….Magnus mi señor déjeme correrme. -Puedes hacerlo. Ya no podía aguantar mas aquello sintiendo como el choque de explosión de aquel orgasmo fue demasiado, algo diferente, explosivo. Sentía todo mi cuerpo escalabrado del placer respirando de manera agitada aun este sacaba el vibrador de dentro de mi y liberándome. Respir