Sigues Siendo Tú

4. La Paura Non Esiste (El Miedo No Existe)

[ANAHÍ]

Al día siguiente: 21 de julio

Me pesan los ojos de tanto que he llorado durante todo lo que restaba de la noche después de haber hablado con Deo. Realmente no puedo creer que me haya dicho algo así… Sé que él está bajo mucha presión con todo lo de Bianca, pero tampoco le da derecho a decirme que mis sueños no eran tan importante como para no haberlos dejado a un lado y quedarme con él en Milán. Necesito despejarme, sacar todo esto de adentro mío e intentar dejar de darle vueltas en mi cabeza porque lo que menos quiero es cometer una idiotez que nos haga separar. Yo amo demasiado a Deo y si bien me dolieron mucho las palabras que me dijo, eso no me hace querer separarme de él. 

 Termino de colocarme mi ropa deportiva, me pongo el porta celular de brazo, me coloco los auriculares, y una vez que agarro las llaves del piso, salgo. Hago todo el trayecto hasta el lobby del edificio bajo el sonido de la canción “La Paura non Esiste” de Tiziano Ferro y su letra me hace pensar un poco en todo lo que paso con Deo. 

No quiero dejar que el miedo nos gane, que nos separe… no cuando esperamos tanto por esto. Salgo del edificio y corro por las calles de Paris mientras que la gente va muy entretenida en sus propios asuntos y me doy cuenta de que cada situación es un mundo. Quiero pensar que Deo y yo compartimos uno, pero en estos momentos siento que estamos viviendo realidades diferentes. Él por una parte aprendiendo a ser padre, y yo por el otro lado queriendo cumplir uno de mis sueños, ¿será que podemos sincronizar nuestros mundos para seguir juntos? O ¿es que la realidad que ambos estamos afrontando nos va a llevar a separarnos? 

Continúo corriendo hasta llegar al parque, y una vez allí, hago mi recorrido de siempre. La voz de Nek con su canción “Almeno Stavolta” se ve interrumpida cuando mi celular anuncia que Deo está llamando. Respiro profundo y presiono el botón de “contestar.”

—Buenos días mia vitta— Me saluda con dudas.

—Buenos días— Respondo con un poco de dudas y es que lo que menos quiero es volver a discutir con él. 

—Sé que estás molesta conmigo— Murmura y lo escucho hacer una pausa —Quiero pedirte perdón, he sido un imbécil…— Continua.

—Me dolió lo que me dijiste ayer— Informo, aunque supongo que se habrá dado cuenta de que estoy un poco enojada con él. 

—Me imagino y tienes razón, no debí decirlo— Me dice y en su voz se refleja su arrepentimiento.

—Pero lo hiciste, y quiero saber si me seguirás apoyando con todo eso o es mucho para ti— Le pregunto sin disminuir el ritmo de mis pasos.

Lo escucho respirando profundo y de repente se oye del otro lado —¡Papá! — Grita Bianca —An, tengo que dejarte, algo paso— Es lo único que me dice él y sin más termina la llamada.

《No deberías sentirme así, no puedo…》Pienso cuando mis ojos se cristalizan y es que realmente las prioridades de Deo han cambiado y lo entiendo, pero me duele… Sé que él no puede abandonar a su hija, que está queriendo ser el hombre responsable que debe ser, pero no hay dudas de que esto nos está alejando queramos admitirlo o no. 

Estoy tan perdida en mis pensamientos, que ni siquiera me doy cuenta de donde estoy yendo. Tan solo corro mientras que siento que las lagrimas caen de mis ojos sin que yo las pueda controlar, me siento desbordada por todo esto y sé que tal vez para cualquier persona que vea la situación desde afuera pueda parecer que estoy exagerando, pero realmente siento que por más que Deo y yo queramos hacer de cuenta que está distancia y la niña no nos afecta, realmente nos está afectado. Corro con más fuerza tratando de liberarme de todos estos sentimientos, hasta que choco con alguien y pierdo el equilibrio golpeando mi cabeza con algo muy duro y luego como un efecto rebote, caigo al duro camino de concreto de este parque y mi cabeza se vuelve a golpear. Trato de darme cuenta de que pasa a mi alrededor, pero no lo consigo. 

 —Pardon! — Es lo único que escucho que me gritan cuando de repente todo se torna oscuro a mi alrededor y no consigo enterarme de que es lo que sucede a mi alrededor. 

Hago un gran esfuerzo por abrir mis ojos, pero no lo consigo, solo escucho voces a mi alrededor que no reconozco. Siento movimientos, y por más que quiera, no puedo ver nada de lo que ocurre y caigo en un lugar desconocido que me da muchísimo miedo.