Capítulo 2

3492 Words
Punto de vista de Nari —¿Cuál es su nombre y propósito? —me dijo el guardia en la puerta. Lo miré y no supe cómo responder—. Disculpe, señorita. Necesito que diga su nombre y propósito de estar aquí. Esta es una propiedad privada —me dijo con tono severo. —Oh, um, lo siento. Estoy aquí para ver a Allie —respondí con cierta reticencia y miré un poco más allá de la puerta.   —¿Y su nombre?   —Es Nari. Soy su pri… ma… —respondí. Incluso para mí, eso sonaba extraño. Habiéndola conocido solo una vez en el evento de caridad el año pasado, me preguntaba si siquiera estaría dispuesta a verme. ¿Qué opción tenía, honestamente? Aparte de los traicioneros en Los Ángeles, Allie era la única familia que podía pensar que vivía lo suficientemente cerca como para acudir. Solo podía esperar que no guardara su rencor contra nuestros abuelos también contra mí. El guardia me miró con escepticismo, pero regresó a la cabina de cualquier manera. Lo vi levantar el teléfono y darme la espalda. Se giraba para mirarme de vez en cuando. Unos minutos después, asintió y luego presionó un botón para abrir la puerta.   —La señora Shaw la verá. Por favor, avance hacia la mansión principal.   —¿Casa principal? —pregunté. ¿Qué tan grande era su propiedad?   —Sí. No puede perderse. Que tenga un buen día —dijo brevemente y con brusquedad. Fruncí el ceño ante la bienvenida poco cálida y entré. Como dijo, seguí el camino principal y no pude evitar maravillarme con todas las cabañas y casas adosadas. Parecía un pequeño vecindario pero también una gran propiedad al mismo tiempo. Estaba confundida, pero no lo cuestioné demasiado cuando una mansión enorme apareció ante mi vista.   —Qué diablos… — dije en voz alta mientras me quedaba boquiabierta mientras conducía hacia la rotonda frente a la puerta principal. Salí de mi coche con la mandíbula abierta de par en par. Esta mansión era casi un castillo. De repente escuché la puerta principal abrirse, y una mujer hispana salió. Me confundí un poco al verla porque tenía la impresión de que esta era la casa de Allie.   —¡Tienes el descaro de presentarte aquí! —gritó mientras se acercaba a mí con paso firme. Retrocedí cuanto más se acercaba y me eché hacia atrás directamente contra el capó de mi coche—. ¿Qué demonios quieres? —me gritó.   —Yo… yo… —no pude responder. Era tan aterradora.   —¡Escúpelo! ¿Por qué estás aquí!? ¿Dónde está tu familia? ¿Eh? ¿Tus abuelos aquí para darle más problemas a mi chica? —me gritó en la cara.   —¡Sin! ¡Detente! —miré detrás de esta mujer loca y vi a Allie pellizcándose el puente de la nariz.   —No, no me detendré. Esta perra tiene mucho descaro. Ya es bastante malo que tus abuelos te llamaran todas esas cosas horribles cuando fuiste a buscar respuestas de ellos hace dos años, ¡pero ahora tu prima descarada decide aparecer en nuestra casa sin avisar! —respondió la mujer a la que Allie llamó Sin. Volvió la cabeza hacia mí, y juraría que pensé que la oí gruñir, y sus ojos brillaron negros. Debió haber sido la luz golpeando sus ojos o la sombra de sus pestañas—. Mi chica ha pasado por suficiente infierno para durar toda una vida. No necesita que vengas aquí sin invitación a empezar más drama. Así que, ¿por qué no te largas con tu vida increíble? —me gritó en la cara.   Escucharla decir que tenía una gran vida me cayó mal, y las lágrimas llenaron mis ojos de inmediato. Miré a esta mujer y vi cuánto amaba a mi prima. Ni siquiera era su familia. Al menos no de sangre. No pude evitar que me consumieran los celos y el dolor, y comencé a llorar.   —¿Qué carajos? —escuché murmurar a Sin. —¡Sin! ¡Mira lo que hiciste! —gritó Allie mientras la escuchaba acercarse. Vi cómo empujaba a su amiga a un lado y ponía sus manos en mis hombros.   —Nari, no dejes que Sin te afecte. Ella es... un poco sobreprotectora conmigo. Siempre lo ha sido —dijo Allie. Sus palabras me hicieron llorar más fuerte mientras rodeaba su cuello con mis brazos y empezaba a sollozar. Podía sentir su cuerpo tensarse, y estaba segura de que la tomé por sorpresa, pero no podía detenerme y no sabía a quién más recurrir. Sentí su vacilación, pero empezó a darme suaves palmaditas en la espalda—. Ooljimah Nariya. Ooljimah. Ddook, ddook. (No llores, Nari. No llores. Tranquila, tranquila.)   —¿Qué carajos? —escuché decir a Sin de nuevo. Después de llorar durante lo que pareció una eternidad, Allie finalmente me llevó al interior de la casa enorme y a un comedor gigante. Una mujer a la que llamó Sra. Johnson me dio un poco de limonada para calmarme mientras Allie y su amiga Sin tomaban té. Entraron algunos de sus amigos, y me hizo preguntarme si estaba organizando una pequeña reunión que pude haber interrumpido. Solo que descubrí que todas estas personas vivían aquí. Tenía curiosidad por saber qué tipo de vida estaba llevando mi prima, pero no creía que estuviera dispuesta a compartir.   —Nari, ¿estás tranquila ahora? —me preguntó Allie. Asentí mientras daba otro sorbo a la limonada y sorbía por enésima vez—. Bien. Ahora, ¿qué tal si me explicas por qué estás aquí? ¿Y cómo demonios encontraste mi casa?   —Um, después de que nos conocimos en el evento de caridad el año pasado, empecé a investigar sobre ti y tu esposo. Es increíble lo que puedes encontrar en internet —respondo. Allie y las demás asienten con la cabeza.   —Eso no explica por qué estás aquí, cabrona —soltó Sin.   —¡Sin! —regañó Allie.   —¿Qué? No lo explica.   —Te dije que he hecho las paces con todo. Déjalo ir —Allie espetó. Sin levantó las manos y luego cruzó los brazos sobre el pecho. —Nari, no le hagas caso. Dime qué pasa. Parecías molesta antes, y algo me dice que no tiene nada que ver con Sin gritándote —negué con la cabeza. La miré y sentí que era la única con la que realmente podía hablar, así que fui sincera.   —Acabo de divorciarme —vi cómo los brazos de Sin se bajaban, las otras mujeres en la sala abrían los ojos con sorpresa, y Allie fruncía el ceño con la mandíbula abierta de consternación.   —Oh Diosa mía, ¿por qué? Parecían tan enamorados en el evento —dijo Allie finalmente—. Quiero decir, aparte de que compraste a mi esposo y coqueteaste abiertamente con él.   —No quise hacer daño con eso, Allie. Era un evento de caridad, y pagué mucho dinero por Dorian. Además, era un coqueteo inofensivo. Lo hacía mucho con hombres ricos para conseguir negocios para la familia.   —Entonces, ¿actuar como una zorra era por dinero? —preguntó una mujer con largo cabello rojo en una coleta alta.   —Sam, ¿en serio? —reprendió Allie.   —Sí, de verdad, Allie. ¡Esta perra se le lanzó a Lucas cuando estábamos a cargo de la seguridad esa noche. ¡EN MIS NARICES! —me mordí el labio inferior al oírlo y me hundí más en mi silla. Allie se llevó la mano a la frente y negó con la cabeza a sus amigas.   —¿Saben qué? Si no van a comportarse, entonces lárguense para que pueda hablar con mi prima en paz! —Allie les gritó.   —¡Yo no dije nada! —dijo una chica asiática.   —¡Ni yo! —exclamó también una joven castaña. Allie les lanzó una mirada fulminante, y todas se quedaron en silencio. Allie definitivamente tenía influencia sobre ellas, pero me preguntaba cómo.   —Nari, disculpa sus horribles modales. Por favor, continúa.   —Bueno, después de que tú y tu esposo se fueron esa noche, Alex desapareció, pero pensé que simplemente estaba socializando con toda la gente rica para intentar sacarles todo el dinero que tenían en sus bolsillos. Después de todo, ese era su trabajo en estos eventos. Finalmente, me cansé de esperarlo y simplemente regresé a mi habitación de hotel. Siendo honesta, no diría que me gustaban esos eventos. Alex nunca regresó esa noche, lo cual nunca fue inusual porque siempre salía a beber después. No le di importancia —hice una pausa y tomé aire. —¿Por qué siento que viene un pero? —Allie preguntó, mirándome de reojo.   —Pero unos cinco meses después del evento, recibí una llamada de un número desconocido. Era una mujer, y me pidió que nos reuniéramos en privado —hice una pausa de nuevo y miré a Allie. Ella sabía a dónde iba esto—. Fui a encontrarme con ella y me sorprendió ver que estaba embarazada.   —No…   —Sí… Estaba embarazada del bebé de Alex.   —¿Qué te dijo exactamente? —Allie preguntó mientras tomaba mi mano. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba llorando de nuevo.   —Ella, uh… Intentó chantajearme. Me dijo que iría a los tabloides para revelar que mi esposo era el padre de su hijo, junto con otras tres mujeres que también afirmaban haber tenido una aventura con él y estaban embarazadas de él.   —¿¡QUÉ!?— gritaron todas. Allie soltó mi mano, y pude ver la ira en su rostro.   —Sí. Alex ha estado teniendo múltiples aventuras y embarazando a varias mujeres —dije mientras me limpiaba las lágrimas de las mejillas.   —¿Me estás diciendo que estas mujeres estaban tratando de extorsionarte por dinero? —me preguntó la joven castaña. Asentí con la cabeza.   —¿Qué les dijiste? —preguntó la otra chica asiática.   —Les pedí que probaran que sus hijos eran de mi esposo. Sabía que Alex era un mujeriego en su juventud, pero pensé que todo eso había cambiado después de casarnos. No podía simplemente tomar su palabra —respondí.   —Eso fue muy astuto de tu parte —dijo Allie—. Pero supongo que, ya que te divorciaste, Alex, de hecho, era el padre de esos niños? —asentí con la cabeza.   —Oh, Nari, lo siento mucho. ¿Tus padres lo saben?   —¡Esa es la peor parte! —grité mientras golpeaba la mesa con ambas manos—. ¡Mi papá y mi abuelo lo sabían! ¡Lo sabían y lo encubrieron, pagando a todas las mujeres antes! Pero se les acabó el dinero con el que las habían pagado.   —Por eso vinieron a ti —dijo Sin cruzando los brazos de nuevo. Murmuró algo en español entre dientes.   —¿Confrontaste a tu papá y a tu abuelo? —preguntó Allie. Me sorprendió un poco cuando dijo —tu abuelo— en lugar de nuestro abuelo, pero supuse que no lo consideraba familia.   —Lo hice, y no tuvieron problema en admitirlo. La abuela incluso se puso del lado del abuelo en el asunto y me dijo que debería dejarlo ir. Que sacar el pasado a relucir causaría un drama no deseado e innecesario. Que les pagarían de nuevo y los obligarían a firmar AMND esta vez.   —¿Qué es un AMND? —preguntó Sin.   —Acuerdo Mutuo de No Divulgación —respondió la joven de cabello castaño. La miré, sorprendida de que supiera eso—. Lo siento, mi nombre es Lacie. Tomé algunas clases de negocios en el primer año de universidad antes de mudarme aquí a Las Vegas para estar con mi no... Ahhh... mi novio. Novio. Bueno, ahora esposo, pero entonces novio —la miré sorprendida mientras los demás le lanzaban miradas de desaprobación. Extraño. Pensé para mí misma.   —¿Y qué dijo tu mamá? —preguntó Allie en un tono muy juzgador.   —Le dio una bofetada a mi padre y exigió el divorcio. Pero la abuela y el abuelo no la dejaron. Sus palabras exactas fueron; Oori jib mangshin jeulyohgoh eerae. ¡Don euroh da haegyul harsooessuh! —imité a mi abuelo.   —¿Traducción, por favor? —sin le pidió a Allie.   —Básicamente, le dijeron a su mamá que divorciarse traería vergüenza a la imagen de su familia y que todo se podía manejar con dinero —respondió Allie mientras se recostaba y cruzaba los brazos.   —Espera, entonces, ¿cómo obtuviste el divorcio? —me preguntó Sam.   —Le dije a Alex que si no me daba el divorcio, lo expondría como un infiel y a todos los hijos que abandonó.   —Y con los eventos de caridad que organiza para el tráfico s****l y de niños, ser expuesto como un padre que abandona a sus hijos, su imagen se volvería sinónima de eso, y lo arruinaría —concluyó Allie, y asentí—. Supongo que eso no cayó bien con tus padres y abuelos, ¿verdad? —negué con la cabeza.   —Me echaron y me dijeron que soy una vergüenza y una deshonra para la familia. Mi padre eligió a mi exmarido infiel en lugar de su hija todo por dinero y negocios —Allie suspiró y miró a su grupo de amigos. Todos me miraban con lástima, incluso Sin. Allie suspiró de nuevo y me miró—. Así que, por eso estoy aquí. Sé que no nos conocemos, y sé cuánto nos ha lastimado nuestra familia, pero... honestamente, no sabía a quién más acudir. Jamás me había sentido tan sola —sollocé. —¿Y qué hay de tu bebé? —preguntó Allie. Me quedé boquiabierta y levanté la cabeza para mirarla.   —¿Cómo lo supiste?   —Nari-ya... Puedo ver tu barriga de embarazo. Incluso la sentí cuando me abrazaste. ¿Tienes unos tres o tres meses y medio? Además, vi cómo te vestiste en el evento el año pasado. Te gusta lucir piel, y ahora mismo estás usando un mono holgado que es una talla más grande con un cárdigan en la primavera de Las Vegas a 85 grados. Además, has estado tratando de mantenerlo cerrado desde que entraste a la casa como si estuvieras tratando de ocultar algo. Y, tus pechos ya están creciendo debido al aumento de hormonas y para prepararse para la leche materna —mi boca se abría y cerraba como un pez, sin saber qué decir, así que en lugar de eso, simplemente rompí a llorar de nuevo. Estúpidas hormonas. Allie suspiró de nuevo y tomó mis manos en las suyas—. ¿Podrían darnos un minuto? —escuché sillas rascando el suelo y pasos alejándose. Un minuto después, solo estábamos Allie y yo—. ¿Qué piensas hacer?   —No tengo idea.   —¿Piensas criar al bebé sola?   —Tendré que hacerlo. ¿Qué más puedo hacer?   —¿Sabes lo que estás haciendo ahora mismo? —la miré, confundida—. Estás a punto de criar a ese bebé en una familia rota.   —¿Qué esperas que haga? ¡Ya abandonó a sus hijos con otras cuatro mujeres! ¿De verdad esperas que ame a este bebé? —le grité.   —Para ser honesta, no, no lo espero. Pero eres joven, y dudo que alguna vez hayas estado sola antes. Si no sabes cómo cuidarte a ti misma, ¿cómo esperas cuidar de un bebé? ¿Y qué harás cuando tu bebé pregunte dónde está su papá? ¿Eh? ¿Qué les vas a decir?   —¡Entonces ayúdame!   —¿Con qué? —preguntó.   —¡Dinero! Necesito dinero.   —¡NARI! —me gritó, haciéndome saltar—. ¡No todo se puede resolver con dinero y ayudas! ¿No aprendiste nada de las otras mujeres? —bajé la mirada avergonzada—. Sí, el dinero es importante y necesario para sobrevivir, ¡pero no resolverá todos tus problemas! ¡No te voy a dar dinero!   —¿POR QUÉ NO? ¡ERES FAMILIA! ¡Y ERES RICA!   —¡Incorrecto! Mi esposo es rico, no yo. Y dos, solo porque compartimos la misma sangre no nos hace familia. Ese dicho de la sangre tira más que el agua es una tontería, y dado lo que acabas de pasar, sabes exactamente cómo se siente. Sí, eres mi prima, pero eso no nos hace familia. No te conozco. Así que no te voy a dar dinero. Pero porque eres mi prima, puedo ayudarte a encontrar un trabajo para que puedas ganar tu propio dinero.   —¿¡Un trabajo!? ¿Quieres que trabaje? ¡Estoy embarazada!   —¡Hay muchas mujeres en el mundo que trabajan mientras están embarazadas, y muchas de ellas son madres solteras como tú! No uses esa excusa conmigo, Nari, porque eso no funcionará conmigo. A diferencia de muchos otros, creciste verdaderamente bendecida y amada.   —¡Esto no se trata de ti, Allie!   —¡NO ESTOY HABLANDO DE MÍ! —gritó, haciéndome saltar de nuevo—. Sí, mi vida fue un desastre mientras crecía. Pero ya no me importa. Mi vida ahora es perfecta. Tengo un esposo perfecto. Tengo tres hijos perfectos. ¡Y tengo algunos de los mejores amigos que cualquiera podría desear! Estoy hablando de todas las personas que tienen que trabajar duro todos los días para mantener a sus familias y seres queridos. ¡Aquellos que no nacieron con dinero! Aquellos que no saben lo que es vivir cómodamente y con lujo. Aquellos que nunca sabrán lo que es vivir esa vida. Personas que nunca han tenido nada simplemente dado —ella soltó un profundo suspiro antes de continuar—. Tú naciste en la riqueza. Tus padres también. Y estoy bastante segura de que tus abuelos también. O al menos uno de ellos. Por eso son como son. Fueron consentidos y con privilegios, y así es exactamente como resultaste tú: consentida y con privilegios. Elegiste este camino, Nari, y ahora debes vivir con ello. Ahora, puedo ayudarte a encontrar un trabajo y un lugar para vivir, pero eso es todo. No te voy a dar dinero, y tampoco vas a vivir aquí.   —Pero…   —Acéptalo o déjalo —me interrumpió. La miré y me di cuenta de que hablaba en serio. No vine aquí intencionalmente a pedir dinero, pero pensé que al ser familia, al menos me daría algo. Pero estaba totalmente equivocada. Reflexioné durante un minuto más o menos antes de suspirar derrotada y asentir con la cabeza.   —Está bien. Lo aceptaré.   —Bien. Puedes quedarte aquí esta noche mientras busco algunos apartamentos baratos para ti en la ciudad. Conozco a algunas personas que necesitan trabajadores. O, puedo hablar con Dorian, y puedes trabajar en su firma como recepcionista o en algún otro trabajo de oficina sencillo. ¿Tienes un currículum o experiencia laboral? ¿Aparte de coquetear con hombres ricos? —me mordí el interior de la mejilla y negué con la cabeza—. Ay, Diosa. Está bien. Lo resolveré. Haré que Leah te encuentre un dormitorio libre aquí en la casa para la noche, y mañana te llevaré a la ciudad a buscar apartamentos —asentí con la cabeza. Allie sacó su teléfono, comenzó a escribir algo y luego lo guardó.   —¿Puedo preguntarte algo? —pregunté con cuidado. —¿Qué?   —¿Todos ellos viven aquí?   —Sí, ¿por qué?   —¿De verdad?   —¿Tienes algún problema con eso?   —¿Eh? No, solo me parece un poco raro. Quiero decir, vi que todos tienen anillos de boda. Entonces, ¿todos sus maridos viven aquí también?   —Trabajan para mí y mi esposo, Nari. Algunos de ellos tienen tareas en esta casa, algunos son guardias de la propiedad, y algunos trabajan para Dorian en la firma. Viven aquí porque es conveniente. Es más fácil de entender si nos consideras como... Ummm... una manada de lobos, por así decirlo. Somos una gran familia.   —Oh, ya veo —lo dejé así porque parecía que Allie había terminado de discutir el asunto. Eventualmente, Leah entró y me llevó a una habitación libre en el segundo piso. La habitación era espaciosa y tenía un baño privado y un enorme vestidor. Honestamente, me sorprendió el tamaño. Hacía que mi dormitorio principal en Los Ángeles pareciera pequeño. Dejé mi bolso sobre la cama y decidí darme un baño. Estaba exhausta del viaje hasta aquí, y escuchar a Allie llamarme consentida no ayudó a mi estado de ánimo tampoco.   Cuando entré al baño, ya estaba equipado con champú, acondicionador, cepillo y bombas de baño. Sonreí y llené la bañera. Pensando que esta sería mi última noche disfrutando del lujo, como decía Allie, quería aprovecharlo al máximo.
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